A través de una entrevista concedida a la cadena de noticias CNN, en su vivienda donde guarda arresto domiciliario, el expresidente Francisco Flores dijo que considera “que el proceso judicial es la gran oportunidad que yo tengo de demostrar mi inocencia con evidencias claras”.
“Soy absolutamente inocente de los delitos que se me acusan y lo demostraré en el juicio”, insistió.
Flores explicó que llegó al juzgado “ya que el proceso judicial me abre la posibilidad de demostrar mi inocencia”.
“Al presentarme voluntariamente demostré que confío en el sistema judicial del país y en el proceso que se lleva. Obviamente esa confianza no significa que no estoy preocupado. Será un proceso largo, difícil. Tengo confianza en que sea un proceso justo”, dijo.
Agregó que “no hay nada que te dé más fuerza que saberte inocente y tener las pruebas para probarlo”.
“Mi sonrisa no es cinismo. Nace de la paz, la confianza y la seguridad de tener la verdad de mi lado”, dijo, y explicó que si caminó por los andenes de la capital él solo, no fue una burla, “es un acto de respeto ir a someterme al proceso”.
Flores manifestó que no se presentó antes a los juzgados porque “en aquel momento la situación era muy política”, ahora es un momento judicial.
Al ser consultado sobre si no fue buscado por las autoridades, dijo que “habría que preguntarles a ellos”. “Lo que hice fue salir del punto donde estaba, que es el territorio nacional, y llegue caminando al centro judicial”, explicó.
“El único que determina lo que ha sucedido es el juicio, no una de las partes. Por eso debo dedicarme a decir mi verdad. Tengo la seguridad de poder comprobar los orígenes, destinos y manejos de cualquier acusación”, dijo.
“No he recibido beneficio alguno de los fondos de Taiwán y por eso soy completamente inocente”, sentenció.
El expresidente Francisco Flores se presentó el pasado viernes a los tribunales de San Salvador, por su voluntad, en compañía de sus abogados. Luego de dar su declaración, el juez ordenó su arresto domiciliar.
Se le acusa de peculado de $5.3 millones y supuesto desvío de un donativo de $10 millones provenientes del gobierno de Taiwán.