Víctima: “Mi familia me dice que le eche ganas”

Ese día el joven creyó que moriría, él pedía que lo salvarán

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Al lado de la cama en la que se recupera, el paciente mantiene una Biblia.

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2014-08-14 8:00:00

La noche del incidente como ya era costumbre salió a comprar la cena, encendió la moto y se fue, pero ya no volvió a su casa.

En el camino, el joven sintió que algo lo golpeó por atrás y el cuello se le fue poniendo caliente; en ese estado logró avanzar unas seis cuadras, luego cayó al piso.

Unos agentes de la Policía Nacional Civil lo recogieron y en una patrulla lo trasladaron hacia un hospital cercano.

Cuando los médicos y las enfermeras lo atendían el joven recobró el conocimiento y lo primero que les dijo fue que lo salvaran.

“Sálvenme, sálvenme por favor”, esas palabras repetía el joven mientras se desangraba.

Varias disparos le impactaron en el cuerpo uno de ellos en el cuello y otro en el tórax.

Después de colocarle un tubo para que pudiera respirar debido a que se veía cansado, lo enviaron al hospital Rosales.

Acostado en una cama del Rosales, donde termina su recuperación, relató que fue hasta 14 días después que despertó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de ese centro.

El proyectil le atravesó la tráquea y el esófago, en su paso, le destruyó el 50 por ciento de ambos órganos.

El tubo que le introdujeron para que pudiera respirar le salvó la vida, la bomba que tiene el aparato para que no se salga quedó justo en los orificios de la tráquea.

El paciente dijo que creyó que ese día moriría, pero “gracias a Dios está vivo”.

“Es cierto que es un milagro, pasé varios días sin despertar, pero gracias a Dios desperté y me lograron quitar el respirador”, comentó.

Dijo que tiene fe que saldrá adelante y podrá recuperarse de las lesiones que sufrió por arma de fuego.

“Mi familia me dice que le eche ganas, que primero Dios voy a salir de esto, que ya esperé lo más, que espere lo menos”, añadió.

La condición en la que llegó al hospital fue grave y su proceso de recuperación ha sido difícil y largo. Este tipo de casos no son frecuentes en el Rosales, debido a la lesión que sufrió y cómo sobrevivió.

“No me cosieron sino que pegaron un músculo y como todo el tubo tiene una bolsa de aire, eso estuvo apretando la garganta para que lograra cicatrizar”, añadió el joven.