La historia de la arquitectura moderna de San Salvador fue la ponencia magistral en la que Mauricio Arrieta comentó la transición experimentada por la capital entre finales de los años 1800, el siglo pasado y los años recientes.
Comenzó explicando cómo la segunda Catedral de San Salvador, construida en 1886, tenía un tipo de arquitectura neoromana.
Otro monumento histórico en el que ya afloró la arquitectura neogótica, es la basílica del Sagrado Corazón, en que participó como diseñador Pascasio Rosales, reconocido arquitecto, destacó Arrieta.
También presentó una diapositiva del Palacio Nacional de 1911, que ya es de estilo neoclásico. “O sea que estamos viendo un tipo de arquitectura simple que relata y nos manda al pasado”, dijo.
Asimismo, recordó como el arquitecto francés Daniel Beylard, ganó en 1910 el concurso internacional para diseñar el Teatro Nacional, quien dejó “este recuerdo tan bello y excelente de una arquitectura renacentista”, expresó.
Luego, recordó como en 1919 fue construida la casa Dueñas, con lo que se pasó de la arquitectura antigua y tradicional de la época a lo moderno.
“En los movimientos de arquitectura mundiales venimos de la clásica, la neoromana y llegamos a través de muchos siglos, pasando por la ecléptica, a la moderna”, ya para 1920, relató.
Arrieta recordó que en 1950 se creó en El Salvador la Dirección de Urbanismo y Arquitectura (DUA), con lo que se le dio un fuerte impulso al diseño arquitectónico del país.
Fue entonces que se mandó a publicar en Europa y otros países que se necesitaban arquitectos e Ingenieros en El Salvador, y así es como vienen los primeros al país, con los que empezó el cambio del rostro de la ciudad capital, finalizó el profesional.