Más de 500 familias que viven en las riberas de la laguna de Metapán se han quedado sin su fuente de ingresos, la pesca, debido a que las aguas negras que llegan de la ciudad están matando los peces, sin que nadie haga nada por recuperarla de la contaminación.
Los desechos sólidos, incluyendo excremento humano, han facilitado la proliferación de la ninfa o lirio acuático, que se alimenta de la suciedad y que compite con los peces por el oxígeno del agua.
El exceso de esta planta acuática ha impedido durante los últimos ocho años que los pescadores realicen su labor de una manera irregular, pero el último año ha sido el más difícil de todos, según expresan varios afectados.
Según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn), la ninfa se ha expandido tanto que ha cubierto el 90 por ciento del espejo de agua, lo que además de matar los peces dificulta la faena de las personas que viven de la pesca.
Un monitoreo realizado recientemente por el Marn determinó que el nivel de oxígeno “es de 1.21 miligramos por litro, cuando lo aceptable ronda entre 3 a 9. Es decir que la condición de este elemento en la laguna es crítica”.
La pérdida del oxígeno provocado por las heces fecales y la expansión del lirio acuático son la principal causa de la mortandad de peces en la zona de la comunidad Arenal Pacheco en las últimas semanas, según los ribereños.
A raíz de ello la pesca ya no es productiva, por lo que los padres de familia tienen que dedicarse a otras labores y salir a ver a dónde consiguen algo para que sus hijos coman, explicó la presidenta de la Cooperativa de Pescadores de la Laguna de Metapán, Rina Calderón.
Gilberto Escobar, con 35 años de residir a la orilla de la laguna, en la comunidad Arenal Pacheco, cantón Las Piedras, de Metapán, asegura que tienen más de un mes de haber quedado encerrados por la ninfa. “No podemos salir en lancha. Confiamos en Dios en que lo haremos hasta en el verano, cuando el viento pega de Sur a Norte y mueve el lirio”, dijo.
Lamenta que ninguna entidad haya llevado a la fecha ningún tipo de ayuda. “(Las autoridades) sólo se acercan, ven el problema, pero quedamos en lo mismo”, dice.
Para el presidente de la Asociación de Desarrollo Comunal (Adesco), Martín Escobar, “el problema más grave es para los niños, porque si el papá no tiene empleo, cómo les va a dar de comer. Aquí vamos subsistiendo como el grillo: salteado se va comiendo”, manifiesta.
Para remediar un poco la precaria situación económica, salen a trabajar de lo que sea, uno o dos días a la semana, ganando entre siete u ocho dólares por jornada diaria, añadió.
Cuando la pesca era rentable, se ganaban fijos entre $42 y $50 a la semana; pero ahora lo que se gana solo es para ir comprando la comida de los niños, porque “uno de adulto puede aguantar hambre”, dice resignado; y agrega que en el lugar tampoco hay trabajo en la agricultura, porque quienes sembraban lo hacían con lo que ganaban de la pesca.
“Esto es un desastre, porque no hay trabajo ni de agricultura, ni de pesca. Antes no fallaban entre $30 y $40 cada dos días; pero ahora no se hacen ni dos dólares”, comenta Oswaldo Gutiérrez, de 32 años y padre de tres hijos.
Quienes extraen caracoles de la laguna también la están pasando difícil. Josué Gilberto Mora, de 32 años, explica que “hay que voltear el lirio” para agarrar algunos moluscos.
Urge planta de tratamiento
Para descontaminar las aguas de la laguna, es urgente la construcción de una planta de tratamiento que los lugareños, organizados en Adescos, y la Cooperativa de Pescadores vienen solicitando desde hace siete años ante la municipalidad y el Gobierno Central.
Según la presidenta de la Cooperativa de Pescadores de la Laguna de Metapán, Rina Calderón, hoy más que nunca la planta de tratamiento es impostergable, porque “la vitamina para que ese lirio se reproduzca en las cantidades que lo está haciendo, es el excremento que le cae a la laguna. Esa es la comida, es la vitamina y es la vida del lirio”, afirma.
La muerte de la fauna acuática del espejo de agua también se ve acelerada por los restos de fertilizantes y otros agroquímicos utilizados en los cultivos, que recibe la laguna a través del río San José, según los lugareños.
Sin embargo, la encargada de la unidad de medio ambiente de la comuna metapaneca, Eugenia Sanabria, explica que aunque la gestión para la construcción de la planta de tratamiento data desde hace cuatro años, esperan poder iniciar su construcción en enero del próximo año. La inversión será de 3 millones de dólares. Junto a la comuna están involucrados el Marn, Plan Trifinio, FISDL y la empresa privada.
La presidenta de la Cooperativa de Pescadores, Rina Calderón, añade que el montaje de la planta de tratamiento de aguas negras ha sido detenido en varias ocasiones, debido a que no se ha logrado obtener los más de 2.5 millones de dólares que costaría el proyecto, del cual, afirma, ya se tienen los planos.
“Supuestamente se va a comenzar pronto, ya están los planos, el alcalde ya compró el terreno, ya están los planos hechos de cómo se va a trabajar, o sea, estamos en espera, pero a nosotros nos vienen dando fechas desde el año antepasado, que se iba a empezar en noviembre, luego que se iba a empezar en febrero, y ahora ya ni fecha tenemos”, se quejó Calderón.
Lo último que se supo, según el cooperativista, es que una de las entidades internacionales que aportaría parte del financiamiento se retiró del proyecto.
“El costo de la obra sería de 2 millones y medio de dólares, y supuestamente ese dinero ya estaba, pero como entre una y otra cosa no sé que institución fue la que se retiró con lo que iba aportar, y por eso detuvieron todo”, dice.
La directora ejecutiva de la organización pro medio ambiente Gaia El Salvador, Berta Medrano, comentó que la entidad internacional que se retiró del proyecto es el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tras analizar que el proyecto no era viable.
Sin embargo, aseguró que el alcalde de Metapán, Juan Samayoa, ya se había comprometido a aportar una parte de los fondos para la planta de tratamiento y que una mínima cantidad sería entregada por el Plan Trifinio.
De no construir la planta de tratamiento de las aguas negras que desembocan en la laguna, este lugar, que ostenta la categoría internacional de sitio Ramsar, podría perderse, comentaron Medrano y Calderón, quienes impulsan la recuperación de la laguna para que vuelva a ser la fuente de ingresos de los pescadores.
A pesar de los ofrecimientos de las autoridades a quienes les corresponde limpiar la laguna, nadie “se responsabiliza de la verdadera conservación de los sitios Ramsar, los corredores biológicos, las reservas y las áreas naturales protegidas como tal”, finalizó Medrano.