Ilobasco sufre tercera racha de asesinatos causada por maras

En los últimos seis meses ha habido tres rachas que han dejado más de 15 muertos sin contar muchos heridos.

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Lugar donde ayer fue asesinado Luis Humberto Recinos G.. Entre el viernes y ayer al menos cinco personas fueron asesinadas en Ilobasco. Foto edh / JORGE REYES

Por Jorge Beltrán Luna nacional@eldiariodehoy.com

2014-08-17 6:00:00

Luis Humberto Recinos Gálvez, de 33 años, se convirtió ayer en la quinta víctima de asesinatos cometidos durante los últimos tres días consecutivos en el municipio de Ilobasco, departamento de Cabañas, según informaron ayer fuentes policiales.

El director general de la Policía Nacional Civil, Mauricio Ramírez Landaverde, también confirmó ayer que el departamento de Cabañas y La Libertad fueron los dos departamentos más golpeados por los homicidios durante el sábado anterior.

El homicidio de Recinos Gálvez fue cometido en el mismo sector donde el sábado anterior, un menor y su madre resultaron heridos de bala tras ser atacados por supuestos pandilleros en el cantón Agua Zarca, a la altura del kilómetro 53, de la carretera que conecta Ilobasco con San Rafael Cedros.

Recinos Gálvez murió de un solo disparo que un hombre de aspecto joven le asestó por la espalda cuando caminaba a la altura del kilómetro 49, de la referida carretera, siempre en el cantón Agua Zarca.

Tanto el hecho del sábado como el de ayer, fueron cometidos a corta distancia de la oficina de la Fiscalía de ese municipio.

Tercera racha

La racha de homicidios registrados el pasado fin de semana se convierte en la tercera en menos de seis meses que sufre el municipio de Ilobasco, debido a la incursión de pandillas.

El primero de ellos ocurrió el pasado 19 de marzo, cuando cinco hombres, supuestos miembros de la pandilla 18, fueron asesinados en diversos puntos de ese municipio.

Dos de esos asesinatos fueron cometidos en el cantón Agua Zarca, aunque las víctimas eran dos hombres que vivían en un cantón del municipio de Tejutepeque, siempre en Cabañas.

En ese hecho, las víctimas fueron identificados como José Dimas Flores Mercado, de 24 años, y José Concepción Flores, de 30. Ambos eran primos y fueron ejecutados con disparos de arma de fuego en la cabeza.

La segunda racha fue el domingo 22 de junio, cuando cuatro hombres fueron acribillados. Tres de estos casos fueron cometidos en los contornos de la ciudad y uno en una zona rural.

En esta ocasión, en esa ola de asesinatos participaron dos mujeres como sicarias de una pandilla quienes cumpliendo órdenes desde un centro penal asesinaron a un mototaxista que fue identificado como Jonathan Omar Hernández Hernández, de 20 años.

Las dos sospechosas del asesinato fueron capturadas minutos después por policías que se encontraban cerca del lugar del crimen.

A ambas mujeres les decomisaron las armas de fuego con que mataron a Hernández quien les dio servicio creyendo que se trataba de pasajeras. Asimismo les decomisaron los teléfonos celulares que contenían los mensajes a través de los cuales coordinaban el asesinato.

Las otras tres víctimas de homicidios fueron identificadas por la policía como Los otros tres crímenes fueron identificados por autoridades policiales y fiscales como William Alejandro Rosa Aragón, de 21 años; José Álvaro F., de 16, y Carlos Antonio Rodríguez Escobar, de 27. Todos los casos fueron cometidos con arma de fuego.

Niño atacado en Ilobasco aún está hospitalizado

Entre las víctimas de la criminalidad del pasado fin de semana en Ilobasco se encuentra un niño que a sus siete años ya sufrió las consecuencias de ser familiar de un miembro de pandillas, según fuentes policiales consultadas en la zona.

El pequeño fue atacado a balazos por un grupo de pandilleros en el caserío Peña Blanca, del cantón Maquilishuat, aparentemente frustrados por no haber encontrado a un pariente del menor a quien buscaban para matarlo, indicaron policías destacados en ese municipio.

De acuerdo con informes médicos, el niño recibió un balazo en la cabeza y otro en el abdomen por lo que fue trasladado a un hospital donde hasta ayer se encontraba estable, según dijeron fuentes policiales que estaban en comunicación con la familia.

Según vecinos de Ilobasco, entre las víctimas de asesinatos cometidos el sábado, se encuentran un hombre que trabajaba en uno de los cementerios de la zona, así como un vendedor de pan.

Población resiente inseguridad

En este año, los asesinatos han aumentado según la percepción de la población que atribuye ese fenómeno al accionar de la Mara Salvatrucha y a las dos facciones de la Pandilla 18.

Las actividades delincuenciales de los tres grupos de pandilleros ha derivado en varios asesinatos en el propio centro de la ciudad sin que las autoridades policiales sean capaces de prevenir hechos como los homicidios del panteonero, un vendedor de discos piratas y el de un estudiante de una escuela pública que fue asesinado dentro de una barbería, cerca del centro escolar donde estudiaba.

Por su parte, los agentes policiales están conscientes de que la violencia pandilleril se ha desbordado y no pueden ser contenidos con los recursos humanos y materiales asignados a la subdelegación de Ilobasco.

“No podemos ocultar tantos muertos. La gente lo ve y de nada serviría encubrirlos. Pero también nosotros no tenemos el personal suficiente para hacer más tareas de prevención”, afirmó una agente consultado ante la racha de muertes violentas cometidas el pasado fin de semana.

Solo hasta el 28 de junio anterior, la policía de Ilobasco registraba 47 muertes violentas, cantidad en la que la mayoría de víctimas o victimarios eran miembros de pandillas, según explicó un oficial.

Asesinan a comerciante en reparto Las Cañas

En otro hecho registrado ayer en el reparto Las Cañas, del cantón San Bartolo, municipio de Ilopango, Jorge René Flores González de 63 años, fue asesinado a alrededor de las 9:00 de la mañana, frente a su casa, en la que tenía una pequeña ferretería.

La Policía afirmó que el cadáver de Flores González quedó cerca de las calles que dividen los territorios de la pandilla 18 y la Mara Salvatrucha.

La Fiscalía afirmó que la víctima tenía tres impactos de bala. Uno cerca de una oreja, otro en el abdomen y uno más en la espalda.

Los vecinos del lugar solo pudo ser calculada con base en testimonios de vecinos que dijeron que solo habían escuchado las detonaciones.

“Aquí la gente tiene miedo, no quiere decir nada sobre quiénes cometieron el crimen porque tienen miedo que les hagan algo, por eso no le ayudan a uno”, manifestó un agente que custodiaba la escena.

La víctima tenía aproximadamente 15 años de vivir en el reparto Las Cañas, sus parientes afirmaron que no tenía problemas con nadie.

“Él era una persona humilde, el negocio es pequeño y no da para tener fuertes cantidades de dinero; era solo para sobrevivir”, dijo un familiar quien afirmó que Flores vivía solo, y desde hace unos meses, le pidieron que se fuera a vivir a otro sector, por lo peligrosa que se volvió la zona, pero no quiso.

Ayer mismo, la Fiscalía informó de la recuperación de un cadáver que estaba enterrado clandestinamente cerca de una quebrada del barrio San Jacinto, sur de San Salvador. No fue posible determinar la identidad de la víctima porque no le hallaron documentos.