Pandillas tras masacre en una isla de San Dionisio

Tres cadáveres fueron hallados ayer en manglar Los Lagartos

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Pandillas tras masacre en una isla de San Dionisio

Por Jorge Beltrán Luna sucesos@eldiariodehoy.com

2014-08-13 8:00:00

Desde el domingo anterior, en la isla San Sebastián del municipio de San Dionisio, departamento de Usulután, se vive y se percibe una mezcla de pesar y temor después que, ese día, cuatro hombres jóvenes desaparecieron luego de que su lancha fue asaltada cuando regresaban de disputar o presenciar un partido de fútbol en la isla Madre Sal, en Jiquilisco.

Uno de los jóvenes, el mayor de todos, de 25 años, logró escapar lanzándose de la lancha en que los llevaban a la fuerza. Los otros tres fueron encontrados muertos ayer en la mañana en el lugar conocido como manglar de Los Lagartos.

Las víctimas mortales fueron identificadas por la Policía como Erick de Jesús Rodríguez Lemus, de 18 años, José Vicente Chavarría Hernández, de 19; y Álvaro Crespo, de 23. Todos residían en la isla San Sebastián disputada por la pandilla 18 y la mara Salvatrucha, según fuentes policiales que participaron desde el domingo en la búsqueda de las tres víctimas.

Según parientes de los asesinados, los tres cadáveres fueron encontrados por un grupo de jóvenes que recolectaba curiles en el manglar de Los Lagartos, a varios kilómetros de donde ocurrió el rapto.

Debido al calor en la zona y al tiempo transcurrido, la descomposición de los cuerpos estaba bien avanzada, afirmaron allegados de las víctimas.

Piratas en el estero

Del asalto y secuestro de los jóvenes hay bastantes testigos, pues en la lancha viajaban muchos hombres, mujeres y niños que al atardecer regresaban de Madre Sal, a donde habían ido a un encuentro deportivo.

De súbito, cuentan algunos, una lancha se les aproximó. Varios hombres con armas de fuego y con los rostros cubiertos les dijeron que era un asalto. Ordenaron a sus víctimas a que les entregaran dinero, celulares y otras pertenencias de valor.

A los hombres les ordenaron que se desvistieran y se quedaran solo en ropa interior. Los hampones ordenaron que las ropas fueran lanzadas a la lancha en que ellos se conducían.

Fue en ese momento que también les dijeron que matarían a cuatro de ellos. Y los comenzaron a seleccionar a dedo. A estos los obligaron a transbordar la lancha en que se conducían los delincuentes. Al resto de hombres le ordenaron lanzarse al agua y nadar hasta la orilla de los manglares.

Solo a varias mujeres que andaban acompañadas de sus niños les permitieron permanecer en la lancha asaltada.

El valor de escaparse

Luego de alejarse varios kilómetros del lugar del asalto y tras estar consciente de que los matarían a todos, uno de los privados de libertad osó lanzarse de la lancha pirata.

El sobreviviente, con sus 25 años, era el mayor de los cuatro jóvenes. En un lugar equidistante entre el punto de asalto y el lugar donde ayer hallaron a los cuatro muertos, el hombre aprovechó un descuido para lanzarse al agua. Para escapar.

De acuerdo con los relatos que ha hecho el joven a sus parientes y vecinos, tras la zambullida los delincuentes le dispararon más de una docena de veces; sin embargo, aunque fue alcanzado por las balas, ninguna le causó heridas graves.

El sobreviviente ha contado que a los pocos segundos, cuando salió a flote para tomar aire nuevamente, vio que la lancha de los sujetos aún estaba muy cerca. Sin embargo, los delincuentes no lograron verlo.

Con varias heridas, el hombre logró nadar y caminar hasta que fue encontrado por quienes ya buscaban al grupo de jóvenes desaparecido.

El joven fue llevado al hospital de Usulután, del cual salió el martes anterior debido a lo leve de sus heridas.

Víctimas cortaban cocos

Ayer, parientes de los tres jóvenes asesinados dijeron que el oficio de estos era trabajar bajando cocos y que no estaban involucrados en los problemas de pandillas que, desde hace varios años, aquejan a todas las comunidades de la isla San Sebastián.

Pero algunas fuentes policiales indicaron que son precisamente las disputas entre pandillas por el control del lugar lo que pudo haber derivado en el múltiple asesinato.

Las fuentes policiales indican que en la isla están afincadas la mara Salvatrucha y la pandilla 18 y, como ocurre en cualquier parte de El Salvador, muchas veces algunas pandillas creen que algunos jóvenes son “postas”, es decir, vigilantes o colaboradoras de grupos criminales rivales por el simple hecho de vivir en territorios dominados por tal o cual grupo.

Ayer, fuentes policiales afirmaron que al menos un joven de los cuatro que fueron obligados a transbordar una lancha luego de ser asaltados, se relacionaba con grupos de pandillas, lo cual pudo haber sido el verdadero motivo del asalto a la embarcación.

Poco avance en la investigación

Desde el domingo anterior, autoridades policiales comenzaron a investigar el asalto a los lugareños del cantón San Sebastián, de la isla del mismo nombre.

Sin embargo, el avance ha sido poco, casi que solo tienen el hallazgo de los tres cuerpos y varios testimonios que coinciden en que no pueden reconocer a los asaltantes, pues todos andaban con los rostros cubiertos.

En el lugar donde viven todas las víctimas, pocos son los que se atreven a hablar de la tragedia. El temor a meterse en problemas y luego convertirse en víctimas de asesinato les impide hablar abiertamente de los problemas de seguridad que agobian a varios caseríos de la isla San Sebastián y del resto del municipio de San Dionisio.

En puerto Parada, sin embargo, hubo personas que ayer aseguraron que la lancha donde se transportaban los delincuentes que mataron a los tres jóvenes fue vista rondar en embarcadero de puerto Parada, horas antes de que cometieran el atraco.

Pero los testigos dicen que nadie prestó importancia a ese hecho; nadie imaginó las intenciones de los ocupantes.