AGUILARES. Con los máximos honores y la presencia de oficiales, entre ellos el director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Ramírez Landaverde, ayer por la tarde le dieron cristiana sepultura al cabo Carlos Ricardo Antonio Hernández Gutiérrez, de 41 años.
El cabo con más de 20 años de servicio en la Policía, fue asesinado el viernes por la mañana en el interior de un bus de la Ruta 117, en el kilómetro 39 de la Troncal del Norte, en momentos que se dirigía del trabajo (Delegación de Apopa) a su casa.
Como parte de su legado, el cabo Hernández Gutiérrez dejó su ejemplo de servicio, su alto grado de humanismo, compañerismo y deseo de ayudar a los demás.
El director, visiblemente conmovido por el hecho, manifestó: “No tenemos palabras que den alivio o consuelo al dolor de haber perdido a un hijo, a un esposo y a un gran padre”.
“El cabo Hernández fue un policía ejemplar, integral, un especialista que se formó en una área muy delicada de la institución como la Policía Técnica y Científica”, subrayó.
Ramírez Landaverde dijo que el cabo policial que despedían ayer fue un experto en dactiloscopía como muy pocos hay en el país. Padre de dos pequeños hijos y originario de Jucuapa, Usulután.