Hospitalizan a padre Toño por problemas de hipertensión

Al parecer también sufre de depresión

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El padre Toño fue detenido hace dos semanas. Tiene dos procesos abiertos por colaborar con los pandilleros para ingresar ilícitos en los penales. Foto EDH / Archivo.

Por ??scar Iraheta sucesos@eldiariodehoy.com

2014-08-10 7:00:00

El padre Antonio Rodríguez Tercero, conocido como Padre Toño, fue trasladado el viernes pasado a un hospital privado debido por supuestos problemas de diabetes y en el corazón, según lo confirmaron fuentes de la Policía.

Otras fuentes cercanas al religioso informaron que padece de depresión severa.

El padre Toño se encuentra desde hace dos semanas detenido en las instalaciones de la División de Investigación de la Policía, tras ser acusado de introducir objetos ilegales a pandilleros presos en las cárceles, con los cuales se realizaron extorsiones a comerciantes en Santa Ana.

Las fuentes afirmaron que el sacerdote permanece con custodia policial en un hospital de la colonia Escalón.

Agregaron que el viernes por la tarde se le subió la tensión.

Los informantes indicaron que el jueves Rodríguez se quejó de cansancio y dolor del corazón y fue trasladado hacia el Instituto de Medicina Legal para evaluar su estado de salud.

El informe de Medicina Legal aún no se ha hecho público y se desconoce si avaló el ingreso del religioso al nosocomio privado.

Personas que lo visitan aseguran que se encuentra en una habitación de cuatro metros cuadrados aproximadamente. Un baño y duerme en una colchoneta y una almohada.

Las fuentes dicen que al parecer la supuesta enfermedad del padre Toño ha sido provocada, ya que sospechan que no se toma las medicinas que le han recomendado los doctores.

Los abogados han pedido a las autoridades que lo mantenga en el hospital hasta que recupere de las supuestas enfermedades.

El martes está programada una diligencia judicial donde el Padre Toño deberá de comparecer ante los tribunales junto a un grupo de 37 pandilleros acusado de extorsión y agrupaciones ilícitas.

El Ministerio Público lo acusa de introducir celulares al penal de Cojutepeque, donde el cabecilla de la estructura de la 18, cometía los chantajes.

Durante la audiencia inicial la jueza antimafia basó su resolución en cinco audios de llamadas telefónicas que la Fiscalía intervino durante cuatro meses.

El material muestra los enlaces que el religioso tenía con cabecillas de la 18, que están en prisión, para supuestamente coordinar el ingreso de ilícitos a estos recintos.

Las llamadas dejan constancia de supuestas gestiones que el padre Toño, como también se le conoce, hacía con las autoridades para algunos cabecillas recluidos en el Penal de Máxima Seguridad.