La disciplina que transformó la vida de Jonathan

Desde hace tres años practica esta disciplina. Ahora, espera convertirse en un maestro de yoga profesional.

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Jonathan asegura que el yoga mejoró su concentración, entre otros beneficios. Foto cortesía Jonathan BeltránFoto cortesía arturo heymans

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2014-07-26 7:00:00

Jonathan Beltrán tenía 15 años cuando participó, por primera vez, en una clase de yoga. En ese entonces, cursaba primer año de bachillerato como estudiante becario del Centro ¡Supérate! ADOC.

Ser parte de este programa empresarial para sus estudios superiores, en las materias de inglés, computación y valores, le dio la oportunidad de tener esta experiencia.

“Es de esa forma (por Supérate) como conocí a María del Carmen de Palomo, admirable mujer emprendedora, gran maestra y fundadora de Yogashala El Salvador y del proyecto ‘Yoga Para Todos’. Gracias a ella y a sus clases es que, hoy día, el yoga es mi vida”, comentó Jonathan.

El joven asegura que desde que practica este tipo de meditación pudo observar grandes cambios en su vida, principalmente, en su etapa escolar, donde tiene una mayor concentración. Además estudiar se le ha hecho mucho más fácil.

Actualmente, tiene 18 años y estudia en la Universidad de El Salvador (UES), la carrera de Relaciones Internacionales. Es un estudiante ejemplar, pero según Jonathan, eso es gracias a esta tradicional disciplina.

“Tres años después sigo amando el yoga y ahora que mi beca en ¡Supérate! finalizó, continúo apoyando a mi maestra de Yoga cuando ella está de viaje o no puede dar la clase”, afirma.

Reconoce que antes de formar parte del programa Supérate desconocía sobre ese “hermoso arte”, como le llama. Aunque solo había escuchado de esta disciplina un par de veces, cuenta que lo consideraba “un simple deporte más”.

Ese “simple deporte” hoy se ha convertido en su pasión. A tal grado, que uno de sus más grandes sueños es convertirse en un maestro de yoga profesional.

Para el emprendedor joven, esta antigua tradición le enseña a vivir en perfecta armonía con su cuerpo, mente y espíritu. Es por ello que el yoga está presente en cada una de sus actividades, brindándole paz, serenidad y felicidad.

De acuerdo con su experiencia, Jonathan aseveró que el yoga “es un regalo de nosotros para nosotros mismos”.

“No hay nada mejor que darnos un regalo que nos cambiará la vida desde el primer momento en que lo practiquemos. Este no solo traerá beneficios a nosotros, sino también a quienes nos rodean”, aseguró.