Sánchez Cerén sin incluir a las pandillas en discurso

El mandatario no expresó si su gobierno seguirá apoyando la tregua entre las maras

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Salvador Sánchez Cerén, en su discurso tras ser juramentado como presidente del país para el periodo 2014-2019, además de apelar a la conciliación y unidad para lograr un país en paz, en progreso e inclusivo, ofreció apostar por la educación e inversión en infraestructura. Foto EDH / MARVIN RECINOS

Por ??scar Iraheta Diana Escalante ??ngela Castro sucesos@eldiariodehoy.com

2014-06-01 8:00:00

En su primer discurso como presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén no les dijo a los salvadoreños, y al mundo, qué hará con las pandillas durante su gestión. Es más, ni siquiera mencionó a las estructuras delincuenciales y su operatividad, que ha aumentado por la tregua.

Lo que sí hizo el mandatario en el tema de seguridad fue hacer un llamado a todos los sectores del país para superar la inseguridad y el miedo.

“Necesitamos la participación activa de los gobiernos y liderazgo locales, de las organizaciones sociales, de empresarios, iglesias, comunidades y familias. Sólo juntos podremos superar la inseguridad y el miedo”, expresó el mandatario.

Dijo que “la seguridad ciudadana requiere que trabajemos unidos contra el crimen organizado, narcotráfico y extorsiones y toda expresión de violencia.

Sánchez Cerén prometió la articulación y coordinación de esfuerzos institucionales a nivel nacional e internacional para combatir el hampa.

El mandatario reconoció que “el desarrollo no es posible si no se garantiza la seguridad ciudadana”. Indicó que “para alcanzarla, necesitamos de una gran unión de país que nos permita combatir a la delincuencia de forma eficaz. Debemos superar cualquier diferencia y unirnos por el interés común: vivir en paz, libres de violencia”.

“Vamos a combatir la delincuencia en todas sus formas, con todos los instrumentos legales y coercitivos del Estado. La Fuerza Armada continuará acompañando las labores de la Policía Nacional Civil, la cual la vamos a fortalecer y depurar”, dijo el mandatario.

El presidente sostuvo que “se debe atacar la criminalidad con sus causas estructurales y brindar más oportunidades para la gente. Con educación, empleo e inversión en las comunidades, vamos a llevar tranquilidad y una vida digna a las familias salvadoreñas”.

Se comprometió a implementar una política de justicia, seguridad y convivencia ciudadana.

También a fortalecer el Estado social y democrático de derecho protegiendo la vida, los derechos, y los bienes de las personas.

“Favoreceremos las condiciones de inversión y desarrollo mediante la construcción de un país seguro. Vamos a fortalecer las instituciones que tienen el mandato constitucional de prevenir, combatir y castigar el crimen, y juntos garantizaremos la paz en cada uno de los territorios”, desatacó el gobernante.

Además, anunció “que habrá una modernización del sistema penitenciario para revertir las condiciones de hacinamiento y convertir a nuestros centros penales en verdaderos espacios de rehabilitación. Combatiremos el ocio carcelario con un esquema de trabajo que capacite a los internos para que puedan incorporarse a actividades laborales y a una plena reinserción en la sociedad”, resaltó el dignatario.

Sánchez Cerén señaló que “a partir de hoy (ayer) me pongo al frente del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana”, desde donde trabajará para “cumplir con los retos que sólo podrá resolverlos con unión, diálogo y plena reconciliación”.

En el discurso, el mandatario también se refirió a “una deuda moral con los desaparecidos y sus familias que debe ser solventada”. Empero, no detalló si se refería a los desaparecidos durante la guerra o a los provocados por la criminalidad de las pandillas.

Un discurso anémico y con muchas dudas

El primer discurso del presidente en el tema de seguridad, hizo reaccionar de inmediato a especialistas en temas de seguridad y a empresarios.

El criminalista Carlos Ponce, por ejemplo, analizó que el presidente desaprovechó la oportunidad de enviar un mensaje de confianza a los salvadoreños en su lucha contra la criminalidad.

“No hubo claridad en el abordaje de la violencia. No es necesario dar detalles de los planes, pero sí es importante anunciar de dónde se sacarán los recursos y un poco de más profundidad en los proyectos”, detalló Ponce.

El criminólogo destacó el anuncio que hizo el presidente de “un gobierno abierto y de mucha confianza a la gente, ya que puede ser clave en el tema de seguridad”.

“Sánchez Cerén no tocó temas polémicos como las pandillas, la infiltración de los narcos en la Policía Nacional y en la Fuerza Armada. Los salvadoreños queríamos saber si es prioridad para el gobierno esa lucha y, sobre todo, cómo se hará”, afirmó Ponce.

Por su parte el exdirector de la PNC, Rodrigo Ávila, detalló que en términos generales los anuncios del presidente “son conceptos muy buenos en los que hay que aterrizar”.

A parte de destacar su importancia, sumó otros aspectos en los temas de trabajo. Por ejemplo en el tema de que funcionen mejor las instituciones, dijo “que no solo es indispensable, sino que hay que ajustar toda la parte procesal para que las instituciones tengan la capacidad instalada adecuada para poder enfrentar la magnitud del problema”.

“Más que el ocio carcelario, creo que lo que hay que combatir es el crimen carcelario, porque no es que sea ocio, de una manera esquemática aquí el crimen organizado se dirige, se articula desde las cárceles.

También el director de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Jorge Daboub, detalló que “este es el resultado de no tener política de seguridad, no tener en sus manos las decisiones de qué se hace y cómo se hace trae como consecuencia lo que estamos viviendo.

Por su parte, Javier Simán, presidente de la ASI, dijo que “esperaríamos ver una política de seguridad más integral que incluya a los diferentes actores de la sociedad”.