El crimen organizado, “con claras vinculaciones políticas”, está detrás del incremento de los homicidios en El Salvador, sobre todo en los hechos más recientes, con el fin de desestabilizar y presionar al Gobierno, dijo hoy el presidente del país, Mauricio Funes.
Asimismo, mandó su pésame y solidaridad a los familiares de las víctimas de la “violencia irracional” que golpea a este país centroamericano.
“De acuerdo con las autoridades policiales el incremento de estos hechos de violencias, sobre todo los protagonizados el día de ayer, va mas allá del accionar de las maras o pandillas”, dijo Funes durante su programa radial Conversando con el Presidente.
Agregó que “contamos con suficientes indicios, de acuerdo a los informes de inteligencia policial (…) que además del accionar de la pandillas, también el crimen organizado, con claras vinculaciones políticas, estarían involucrados en estos hechos de violencia irracional”.
Este incrementó obedece “a una estrategia de elevar los homicidios para presionar al Gobierno entrante”, que asumirá el 1 de junio próximo, bajo el mando de Salvador Sánchez Cerén, del actual partido gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Además, “estas masacres (…) tienen el propósito de empañar al Gobierno saliente, y hacernos ver como que hemos fracasado”, sentenció.
Funes, que inició su gestión el 1 junio de 2009 bajo la bandera del FMLN, finaliza su período el 31 de mayo próximo.
También, durante su programa condenó “de la manera más enérgica la masacre ocurrida” este viernes abordo de un autobús que fue tiroteado por sujetos desconocidos y que dejó seis muertos, entre ellos dos guardias penitenciarios y un cabo de la policía.
Además, expresó su “profundo pesar a todas las víctimas de la violencia irracional que sufrimos los salvadoreños y salvadoreñas” y lamentó “la masacre de seis trabajadores de una empresa pesquera, ocurrida el pasado jueves”, en Puerto El Triunfo, en el departamento de Usulután (oriente), añadió.
Sin embargo, un portavoz de la Fiscalía y un agente de la delegación de Usulután confirmaron, por separado, a Acan-Efe que los seis hombres está como “desaparecidos” desde el jueves, pero que aún no han sido localizados.
Funes reiteró hoy que a consecuencia de los últimos hechos de violencia, que el día viernes cobraron la vida de al menos 31 personas, las licencias de los policías han sido suspendidas, así como lo anunció anoche el ministro de Seguridad, Ricardo Perdomo.
Señaló que esa medida “es de carácter indefinido”.
Destacó que todas las autoridades de seguridad están haciendo los esfuerzos necesarios para “dar con los responsables de todos estos asesinatos y llevarlos ante los tribunales de justicia”.
Funes reconoció que después de haber tenido “por casi dos años” un promedio de homicidios diarios de entre cinco y seis, en la actualidad este se ha elevado “a 12 y en algunos casos, como el día de ayer, homicidios que pasan de los 20”.
Esta reducción se debió a la “tregua” que impulsaron, en marzo de 2012, las principales pandillas que operan en el país, la Mara Salvatrucha y la Pandilla 18, en la que el Gobierno actuó solo como “facilitador”, según las autoridades.
Funes reconoció en abril pasado que la pandilla 18 decidió romper el armisticio, aunque ninguno de los mediadores ha reconocido eso públicamente.