Se cumple un año sin hacer trasplantes en hospital Bloom

En 25 meses hubo solo un trasplante

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En el lapso de 13 años, en el Bloom 34 menores de edad han recibido trasplante de riñón.

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2014-05-25 7:00:00

El programa de trasplante de riñón en el hospital de Niños Benjamín Bloom no atraviesa su mejor momento, pues las cirugías aún no se reanudan. El jueves recién pasado se cumplió un año de la última intervención quirúrgica. Entonces el beneficiado fue Jorge Zelada, un joven que llevaba más de dos años esperando el momento en el que recibiría un riñón de su madre.

Carlos Henríquez, jefe del Servicio de Nefrología, del hospital, reconoce que tienen problemas para operar a los menores de edad que sufren de insuficiencia renal crónica.

“Quizá lo más delicado es la coordinación de tiempo de los (especialistas) que estamos involucrados en esto”, comentó Henríquez.

La falta de medicamentos necesarios para los pacientes trasplantados ha sido otra de las causas por las que en ocasiones no pueden programar un trasplante y la falta de donantes. “No es fácil coordinador dos especialistas en una jornada tan grande como esta y sin descuidar el trabajo de los demás, después de eso (el inconveniente) es el suplemento de medicamentos, quizá hemos tenido bajones en algunos…”, explicó Henríquez.

En el lapso de 25 meses, en el Bloom han hecho solo un trasplante de riñón, una situación que desalienta a las madres de familia.

Samanta, una adolescente santaneca, es una de las jóvenes que vio frustrada su intervención quirúrgica. Tras más de tres años en ese proceso será trasladad al Seguro Social.

Mientras que Carolina, otra de las pacientes que completó sus exámenes en varias ocasiones, a lo largo de tres años, no pudo ser trasplantada.

La joven falleció el 24 de enero de este año en el Seguro Social, al parecer por una endocarditis bacteriana.

“Se fue y encontró la muerte allá. La madre tenía el anhelo de que sobreviviera con el trasplante”, manifestó un padre de familia que conocía a la niña y a su madre.

El problema al que se refiere el doctor Henríquez es que en el Bloom no existe un programa como tal, en el que los médicos tienen horas contratadas específicamente para esas operaciones, sino que cada uno pone su tiempo para poder intervenir a los pacientes con insuficiencia renal.

El jefe del Servicio agregó que las jóvenes se intentaron trasplantar, pero en algunas ocasiones presentaron complicaciones de salud por las que se les pospuso la cirugía.

Con relación a los medicamentos dijo que si falta uno en el momento en que los pacientes están listos no pueden operarlos. “Lastimosamente eso es cierto, a veces no contamos con todo y eso nos obliga, a veces, a diferir el tratamiento”, argumentó el jefe del Servicio.

Actualmente hay un niño que está listo para que le implanten el nuevo riñón, pero está pendiente el ingreso de uno de los fármacos.

En el Bloom, tres niños han iniciado el proceso para ser trasplantados. Por el momento se evalúa a los donantes.

Otro de los problemas que, según Henríquez, enfrentan es que de diez candidatos a donar su órgano seis son detectados con alguna enfermedad de riesgo, como hipertensión, diabetes u obesidad.

En el Bloom, en promedio, al mes registran dos nuevos casos de menores de edad que requieren terapia sustitutiva.

Al momento hay 30 niños en diálisis ambulatoria, 12 en hemodiálisis, 14 en diálisis intermitente y 18 de trasplante.

El número de pacientes en tratamiento se redujo este año porque se trasladaron varios al Seguro Social y al hospital Nacional Rosales.

El programa de trasplante inició en el 2000. A la fecha han sido beneficiados con un trasplante 34 niños, siete de ellos durante los últimos cinco años.