Fe y devoción infantil se suman a la celebración

La Hermandad infantil de Jesús Nazareno de Izalco fue la que instituyó esta tradición en el occidente del país. Buscan sembrar la espiritualidad entre los niños para perpetuar las tradiciones propias de la época

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La participación de los niños en las diferentes actividades religiosas de la Cuaresma y de la Semana Santa ha aumentado año con año.

Por Iris Lima comunidades@eldiariodehoy.com

2014-04-14 7:00:00

Con la idea de sembrar en los niños de Izalco la devoción a Jesús en el tiempo de Semana Santa, un grupo de fieles católicos de este municipio occidental se las ingenió para crear una procesión exclusiva para los niños, a comienzos de los años noventa.

Según registros del izalqueño Edgar Avelar, fundador de la revista digital Izalco Piadoso (http://www.izalcopiadoso.net), oficialmente el cortejo procesional de Semana Santa, el Martes Santo, fue fundado por Ana Adela Gil y su hermano Abraham, junto a Manuel Guillén, apoyados por Tito Campos.

La izalqueña Tatiana Marroquín, actual secretaria de la Hermandad de Jesús Nazareno de Niños de Izalco, recuerda que ella comenzó como mamá voluntaria en esa época con la idea de que sus hijas Adriana, de 4 años, y Laura de 3, en ese entonces, participarán.

Explica que los recorridos eran realizados con una imagen prestada de Jesús, que medía aproximadamente unos 45 centímetros de altura y era cargada en un anda rectangular de 2.5 metros de largo y uno de ancho.

Sin embargo, la aceptación de la novedosa idea fue creciendo rápido y fue así como para principios del año 2000 ya se había formado la Hermandad de Jesús Nazareno de Niños de Izalco.

Ello les permitió recibir la donación de la imaginería; para dejar de utilizar imágenes prestadas.

El Nazareno infantil fue aportado de manera altruista por la familia Quilizapa, cuyos miembros son fieles devotos izalqueños.

La evolución

Sin embargo, hasta entonces, la procesión de niños se realizaba únicamente el Martes Santo y recorría solo una parte del pueblo.

Pero la donación de las imágenes les hizo iniciar los recorridos los sábados, durante la Cuaresma, para realizar el rezo del Vía Crucis.

Durante seis sábados, más de 200 niños participan de 3:30 a 6:00 de la tarde en diferentes recorridos, que comienzan en la iglesia de Dolores, de Izalco.

Este año, los caminos incluyeron los barrios Dolores, Santa Lucía, Santa Teresa, San Sebastián, entre otros.

Las edades de los pequeños cargadores van desde los 3 años hasta los 14.

Sin embargo, se ha vuelto toda una tradición ver a niños de meses y en brazos ataviados con la túnica y el gorro morado, color alusivo de la festividad.

Los padres reconocen que lo hacen con el objetivo de inculcarles el amor a Dios y el respeto a las tradiciones propias de Izalco.

Durante los recorridos que duran casi tres horas, los niños, que van vestidos con túnica morada y las niñas con vestido blanco, se van turnando; pues, cada grupo solo lo hace en el lapso de una cuadra. El tiempo varía según el paso de los pequeños.

En total, son cinco imágenes las que participan en la procesión.

La de Jesús Nazareno, por ejemplo, que mide 1.20 metros, es cargada por 12 niños.

Mientras que las imágenes de Juan, María Magdalena y Verónica son cargadas por grupos de seis niños; y la Virgen María, por ocho infantes.

Todos los involucrados coinciden en que además de sembrar el fervor religioso entre los niños, también buscan que este lugar sea un semillero de donde salgan los cargadores del resto de Hermandades, consideradas como las grandes.

De hecho, en la actualidad, ya existe una generación completa de izalqueños que creció con la Hermandad de Niños y que ahora forma parte de Hermandades como Nazareno, Santo Entierro de Cristo y Soledad de María.

Sin embargo, continúan asistiendo a las actividades de la hermandad de niños, ahora con sus hijos.

Para este año, el cortejo procesional infantil el Martes Santo, a cargo de la Hermandad de Jesús Nazareno de Niños saldrá de la iglesia Dolores, a las 3:30 de la tarde.

Los organizadores esperan que la participación sea masiva, como todos los años; pero sobre todo, que la presencia de los niños aumente considerablemente.

Explican que si bien es cierto que durante los sábados de Cuaresma, la cifra de niños ronda los 200 y 300, para el Martes Santo esa cifra puede llegar a duplicarse.

Cientos de niños procedentes de otras partes de Sonsonate también llegan a Izalco con el objetivo de participar en la tradición.