1)La impresión que tenemos, de momento, es que el presidente electo quiere cambiar esa actitud, querer otro tipo de acercamiento con los sectores productivos y lo que nos toca es darle el beneficio de la duda como se lo dimos a Mauricio Funes.
2)Una de las acciones podría ser si empujamos una reforma electoral profunda, una reforma política profunda, si nos atrevemos a consolidar la independencia de los poderes públicos, transparentando todos los procesos de elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
3)Hay un déficit fiscal que debe abordarse indiscutiblemente, ahondar en la transparencia, controlar el gasto público. Sobretodo esto último nos encantaría verlo en el Gobierno del profesor Sánchez Cerén.
4)Lo vemos muy bien, es decir creemos que ese es el discurso correcto, definitivamente, si lo que está esperando el inversionista de cualquier tamaño nacional o extranjero es que haya señales positivas que permitan tener esperanza de que la inversión que se haga en El Salvador va a ser productiva.
5)Generar confianza, no hay otra manera, es decir el inversionista se mueve en la economía con base en la confianza que el sistema económico le genera, entonces si el inversionista siente confianza en los juegos jurídicos del ciclo económico, el inversionista va a venir a El Salvador. Así de simple.