Las palmas, una tradición que se renueva cada año

Los vendedores viajan con varios días de anticipación para ofrecer sus productos a los feligreses en el inicio de la Semana Santa. Hoy se conmemora a nivel mundial el Domingo de Ramos

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Irene Mendoza, quien elabora los ramos para luego ser vendidos en el lugar, dice que sus precios varían entre uno y cinco dólares.

Por Fotos y texto: Ericka Chávez comunidades@eldiariodehoy.com

2014-04-12 8:00:00

Hijos, padres, nietos y abuelos de la familia Pérez llegaron desde el jueves pasado al templo El Calvario, en el Centro Histórico de San Salvador, para comercializar las tradicionales palmas que hoy le dan vida al Domingo de Ramos.

Los Pérez iniciaron la travesía desde hace más de 10 años, es una tarea que renuevan cada Semana Santa.

Y así como ellos, hay muchas historias que contar para ofrecer los tradicionales ramos con los que miles de fieles católicos acompañan la imagen de Jesús al recordar la entrada triunfal a Jerusalén.

Ellos viajan desde Yucuayquín, La Unión, donde cortan las palmas del “palo de coyol,” que forman los ramitos.

Los Pérez salieron el miércoles pasado a las 11:00 p.m. para estar el jueves por la madrugada listos, luego llegan al templo y buscan un puesto en las gradas, donde ofrecerán sus adornos.

Al lugar también se acercan otros comerciantes provenientes de Chalatenango, Panchimalco y Rosario de Mora, para ofrecer al público lo representativo de hoy: las palmas.

Estos ya traen preparadas las cruces de madera las cuales adornan con papel china de vivos colores.

Ya en el puesto en San Salvador, les amarran los ramitos y esperan a los clientes de todas las iglesias de San Salvador .

Los ramos cuestan desde 1 hasta 5 dólares.

El Domingo de Ramos abre solemnemente la Semana Santa, con el recuerdo de las Palmas y de la pasión, de la entrada de Jesús en Jerusalén y la Liturgia de la Palabra que evoca la Pasión del Señor en el Evangelio de San Marcos.

Muchos católicos recuerdan con algarabía, fervor y fe la entrada de Jesús a Jerusalén, por lo que católicos en todo el mundo alistan sus galas y su devoción. Pero lo que no pueden faltar son las palmas, que denotan la sencillez y humildad de Jesús el Nazareno, al que se le recibe con amor.

“Bendito el que viene en el nombre del Señor”, alabanzas como esa encabezan las procesiones realizadas con megáfonos, guitarras y panderetas anunciando el paso de Jesús.

La liturgia de hoy comenzó con la bendición de las palmas y ramas de olivo.