Madre buscó una donación del fármaco para su hija

La Secretaría de Inclusión Social donó por seis meses las ampollas de eritropoyetina para niña de 12 años , paciente del Bloom.

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Una mujer con su hijo en brazos espera que le despachen su medicamento en la farmacia del hospital Bloom.

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2014-04-26 7:00:00

Rosa Chafoya, una madre soltera, pasa por un momento de tranquilidad, hace dos meses le comenzaron a dar la medicina para que su hija con insuficiencia renal crónica no sufra de anemia.

Hacía más de un año que en el hospital Bloom se había agotado el producto, eran contados los pacientes a los que se les brindaba la medicina, según dijo.

La eritropoyetina es una hormona que producen los riñones y que se encarga de regular la producción de los glóbulos rojos.

Chafoya recuerda que fueron meses de angustia, eso la llevó a tocar las puertas de la Secretaría de Inclusión Social, a finales de 2012.

“La estuve comprando, busqué donaciones, fui a la Secretaría y me la donaron por seis meses, luego se quedó mi hija sin eritropoyetina”, recordó la señora mientras espera que la niña de 12 años termine la terapia de hemodiálisis, un procedimiento por medio del cual le limpian los tóxicos del cuerpo.

Ella fue a las oficinas de la entidad, le explicaron el procedimiento, luego la visitaron en su casa en Chalchuapa para conocer sus necesidades, pero ella les dijo que lo que le urgía era la medicina de su única hija.

La infante permanece en tratamiento sustitutivo desde hace cuatro años.

A Chafoya le aprobaron la donación de dos ampollas semanales por seis meses, esa finalizó en marzo del año pasado, en todo ese tiempo tuvo que rebuscarse con dinero para poder comprar la medicina de vez en cuando. Pero cuando no podía, no había más que someterla a una transfusión de sangre.

Chafoya no puede tener un trabajo formal porque viaja tres veces al hospital Bloom para que la niña pueda recibir la hemodiálisis. Para subsistir lava y plancha ajeno, hace aritos y fajeros para venderlos.

“No era que se lo comprara seguido, sino que cuando podía se la compraba y de ahí se queda vario tiempo sin ponérsela”, expresó la madre de familia.

Chafoya manifestó que ella trataba de mantenerle la hemoglobina a niveles normales con sopas de chipilín, mora y otras plantas naturales.

Dice que cuando no le ponen el medicamento, la infante se pone pálida y débil; en sus palabras se ve blanca, pero cuando le aplican el producto luce morenita y sus labios permanecen rosados.

El temor es que el fármaco vuelva a escasear “es importante que el hospital siempre lo provea porque no nos alcanza para comprarla”, acotó.