“Ahorita te voy a machetear”, le dijo su expareja

Mujer sufrió heridas en rostro, brazos, pierna y abdomen

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Ahorita te voy a machetear, le dijo su expareja

Por Yamileth Cáceres Twitter: @Yamilethivon

2014-04-08 8:00:00

“Ahorita te mato, ahorita te voy a machetear”, le escuchó decir Yolanda a su exmarido, seguido le mostró un machete por la ventana; ella hablaba por teléfono, pero en ese momento lo soltó y luego de decirle, “No Ricardo, no seas loco”, comenzó a correr tratando de escapar por el patio de su casa.

Pero con una pedrada la tiró al suelo. Esa noche del 9 de febrero, su exmarido le lanzó el primer machetazo en la cara, en su afán de defenderse ella metió los brazos y le cortó dos dedos de la mano izquierda.

Todo sucedía frente a su hija de siete años y su madre; ambas le gritaban al hombre que dejara de herir a Yolanda, pero él hizo caso omiso y continúo golpeando a la joven, de 28 años, con el machete, le dio en la espalda, en la rodilla y en los brazos, narró.

“Él cuando vio que caí (al suelo), me dio los machetazos; quizá dijo: “ya la maté’ y dejó de darme machetazos y se fue, y votó el corvo por allá”, relató aún acostada en la cama de uno de los servicios del hospital nacional Rosales, en San Salvador.

La cicatriz que le atraviesa la cara es el reflejo de la gravedad de las heridas que sufrió de parte de su exmarido al que dejó hace seis años porque se cansó de tanto maltrato, explicó.

Ya antes la había amenazado con matarla, pero ella era incrédula, no le pasaba por la cabeza que el hombre con el que procreó una hija tratara de hacerle daño.

“Me decía: ‘mirá, a mí me dicen que te mate’. Yo le respondía: no seas loco vos, ¿y la niña con quién va a quedar?… solo así me decía”, comentó.

Fue hasta aquel 9 de febrero al rededor de las 8:00 de la noche cuando sus amenazas cobraron vida. A los gritos de madre e hija llegaron los vecinos y llamaron a la Policía. Una patrulla la trasladó al hospital de Ahuachapán, luego fue transferida al hospital de Sonsonate y posteriormente al Rosales debido a la gravedad de las lesiones.

“Yo iba consciente, de lo único que me acordé fue de Dios que ha tenido misericordia de mí. Le decía ayúdame, por mi hija”, narró la joven. Según sus cuentas tiene unos diez machetazos en diferentes partes del cuerpo.

Anyeli de León, médico residente de Cirugía Oral y Maxilofacial del Rosales, informó que la paciente fue recibida en el hospital de Sonsonate con múltiples traumas corto contundentes, es decir, heridas por machete, a nivel craneofacial (cara y cabeza), abdomen, miembros superiores e inferiores.

Al Rosales llegó estable, con sangramiento activo, dolor de severa intensidad, posteriormente sufrió deterioro neurológico, por lo que le colocaron un tubo para ayudarla a respirar y posterior a lavarle y suturarle las heridas.

De León explicó que la paciente tenía en el rostro una herida de al menos diez centímetros de largo y de cinco a ocho centímetros de profundidad; la lesión es de oreja a oreja.

“Ella tenía una herida por arma blanca que le había cortado todo el maxilar superior completamente horizontal tanto que el maxilar estaba móvil, completamente suelto, ahí se perdió la oclusión que es importante para la masticación”, expuso Óscar Mauricio Umaña, cirujano maxilofacial.

Yolanda manifestó que al llegar al Rosales la pasaron a la sala de operaciones y luego la trasladaron a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) donde permaneció diez días con una serie de aparatos que la mantenían viva.

“A mi mami no le daban esperanzas (de que yo viviera), solo me agarraron y me metieron al quirófano, dice mi mami. Me operaron las heridas, me pusieron sangre, luego los doctores salieron hablando que yo estaba delicada”, relató Yolanda.

Los médicos se admiraron al ver su pronta recuperación, y debido a su mejoría fue trasladada a un servicio de hospitalización. A la paciente le practicaron otra cirugía facial y una en el brazo.

Acostada en la camilla recuerda aquel momento de angustia: “Cuando lo vi sentí bien feo, este Ricardo me va hacer algo me dije, por que me dijo: ‘ahorita te voy a machetear’, y me enseñó el machete”. Ella se había separado de Ricardo seis años atrás.

Yolanda expresó que a su excompañero de vida, un psicólogo ya lo había diagnosticado con obsesión fatal, fue en ese punto cuando le comenzó a tener miedo.

¿Ya la había agredido antes?, se le preguntó.

“Así no, pero ya me había dado mis trompones, juntos y separados. A mi casa también llegaba a maltratarme, porque él decía que si no era para él, no iba a ser para nadie. Él se llegaba a estar sentado en una piedra a fuera de la casa”, narró la paciente.

La joven oriunda de Ahuachapán expresó que se acompañó con Ricardo tras seis meses de conocerlo, que al inicio de su vida juntos él la trataba bien, pero después comenzó con los maltratos, fue entonces que decidió separarse.

La joven añadió que hace un año puso una denuncia ante la sede de la fiscalía de Ahuachapán por violencia doméstica. A raíz de ello logró que hubiese medidas de restricción, es decir, que él no podía acercársele.

Pero él contaba los días y cuando terminaba la medida llegaba a la casa a golpearla. Este es el testimonio que da Yolanda en el cual acusa a su expareja de las agresiones recibidas.

Su exmarido fue capturado por la Policía el siguiente día en un cantina cerca de su vivienda. La Fiscalía informó que el acusado está en prisión provisional.

Intervención médica

Los especialistas de Maxilofacial del Rosales, en su primera intervención, le cerraron las heridas de la cara, el fin principal era parar el sangramiento y luego le fijaron el hueso maxilar que es el que sostiene los dientes está flotante.

Se le colocaron dos barras de erich, una en el hueso maxilar superior y otra en el inferior; que son para sostener la quijada y son similares a los frenos de ortodoncia. Dos semanas después cuando ya había salido de la UCI, se le realizó otra operación, se usaron miniplacas de titanio para estabilizar de manera permanente la parte que quedó flotante del hueso maxilar, además le colocaron tornillos especiales.

“Planificamos reubicar el maxilar en su posición, se fijó con placas de titanio y logramos reconstruir la oclusión que es la manera correcta como debe comer, ha evolucionado bien”, expresó Umanaña.

Yolanda continua ingresada en el hospital Rosales para terminar su tratamiento y ha manifestado que tiene dos motivos par dar a conocer su caso.

“Esto que a mi me ha pasado no es fácil, es una cosa milagrosa, cuando salga de aquí voy a ir a la iglesia a dar mi testimonio como debe ser, de como Dios me sacó, de como me salvó”, dijo la joven.

Agregó “también para que las mujeres abran los ojos y miren con los hombres que están, hay mujeres que quedan para contar y hay mujeres que no. Es para que ellas abran sus ojos y dejen a esos hombres; que digan basta a la violencia”, expresó.

El 9 de marzo, en Apopa, una mujer de 32 años fue atacada por su compañero de vida con un corvo, le ocasionó heridas en las piernas.

Mientras que el 22 de marzo se conoció el caso en que un hombre de 18 años mató a su hijastro de tres años e hirió a su esposa, en Panchimalco.

Al niño le cortó el cuello con un arma blanca y la joven quien trató de defender a su hijo le clavó el puñal en el cuello, también sufrió herida en la mano y rostro, él estaba ebrio.