El Gobierno debe tomar acciones rápidas para revitalizar la economía”

Dijo que fomentar un clima de inversión fuerte es uno de los retos más importantes

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Claudia de Ibáñez, presidenta de la Amcham, y la embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, se dirigieron ayer a empresarios nacionales. Foto EDH / Marvin Recinos

Por Karen Molina nacional@elsalvador.com

2014-04-24 7:00:00

La embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, instó ayer al Gobierno a tomar medidas rápidas y decisivas para revitalizar la economía del país que, a su juicio, sigue estancada y afronta serios problemas fiscales complejos de resolver.

En un discurso con un lenguaje sutil, pero fuerte en su contenido, la representante de Estados Unidos dijo a empresarios de la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (Amcham) y a futuros funcionarios como Roberto Lorenzana y el nuevo ministro de Economía, Tharsis Salomón López, que el país se asemeja a “un barco que ha capeado el temporal de la crisis de 2009”, pero que su mástil y sus velas aún “siguen débiles y dañados”, en referencia a los principales motores del crecimiento económico del país.

“No hay duda de que en este momento El Salvador se enfrenta a algunas circunstancias económicas y fiscales difíciles”, refirió la funcionaria.

Agregó que el bajo crecimiento y un clima de inversión débil se han traducido en ingresos bajos que han resultado en una crisis fiscal que ha elevado el déficit público y la deuda a niveles insostenibles.

“Estos asuntos fiscales y presupuestarios no son nuevos, pero son muy complejos y requieren que se hagan ajustes a la vieja manera de hacer las cosas”, dijo.

Pero Aponte reconoce que resolver estos problemas no será fácil si no se logra un consenso que esté lejos de ideas partidistas y que priorice las necesidades comunes por sobre los intereses personales.

“El Salvador y sus socios, como Estados Unidos, necesitamos reconocer y apoyar lo que funciona y criticar de una forma constructiva lo que no funciona, sin importar de dónde vengan las ideas”, manifestó.

“El Salvador puede marcar una nueva ruta hacia mayor crecimiento y prosperidad, pero esto requiere un cambio fundamental, no solo en las actitudes sino también en un esfuerzo concentrado para alcanzar un consenso en torno a las prioridades del país a largo plazo”, enfatizó.

La estabilidad y la confianza fueron palabras muy comunes en su discurso, promulgado a pocos días de que el nuevo gobierno de Salvador Sánchez Cerén tome posesión de su cargo el próximo 1 de junio.

Dijo, entre otras cosas, que los políticos “deben instruir reglas del juego justas que se apliquen de manera uniforme a todos los sectores y que en todo ámbito se promueva “el engranaje comercial”.

“Los líderes económicos del Gobierno deben preguntarse con mayor frecuencia si sus acciones y las acciones de su institución apoyan a las empresas y si ayudan a promover el engranaje comercial”, mencionó.

“Fomentar un clima de negocios fuerte es de los pasos más importantes para el crecimiento económico del país”, indicó.

“Los empresarios, pequeños y grandes, necesitan políticas coherentes y racionales en todos los ministerios”, agregó.

Reiteró que “el Gobierno y el sector privado deben trabajar de la mano ya que el crecimiento económico va ser beneficioso para todos”.

En esa línea, los acercamientos que Sánchez Cerén ha tenido en los últimos días con el sector empresarial le dan a Aponte una esperanza de que el diálogo y el consenso permitirán al país seguir la ruta indicada.

También le motiva el hecho de que Estados Unidos ya está en una estrecha comunicación con el Gobierno a través de su programa Asocio para el Crecimiento, en el que se sigue el cumplimiento de metas económicas, de seguridad y de productividad, desde hace más de tres años.

“Desde mi perspectiva el país se está moviendo en una dirección positiva. Son señales alentadoras… esas puertas se empiezan a abrir”, indicó.

Bajo este Asocio, El Salvador y Estados Unidos han trabajado de la mano para mejorar la estabilidad social y económica del país, que además son requisitos para que El Salvador obtenga un segundo convenio con la Cuenta Reto del Milenio (MCC por sus siglas en inglés) que significaría una millonaria inversión en la zona costera.

“Por ello esperamos que el Gobierno cumpla con su plan de acción para asegurar que el segundo convenio sea firmado y puesto en acción en el mejor ambiente para el crecimiento económico y la prosperidad”, indicó.

Pide paciencia

Mientras Aponte exhortaba al Gobierno a actuar más rápido, a los empresarios les pidió paciencia.

“Les pido, les ruego tener paciencia para permitir que la tan necesaria confianza eche raíces. Los frutos no se verán de inmediato. Eso se los garantizo”, dijo la embajadora estadounidense.

Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), Luis Cardenal, dijo que el país no puede esperar más, sobre todo cuando ya se conocen los principales problemas que tiene el país y las soluciones que se han planteado a lo largo de estos años.

“Nosotros hemos tenido la paciencia de Job. Hemos señalado que la situación que ahora estamos viviendo se iba a dar y nos dijeron de todo, pero ahora la realidad y la historia nos está dando la razón”, comentó.

Claudia de Ibáñez, presidenta de la Cámara de Comercio Americana (Amcham), dijo que a pesar de que el país enfrenta dificultades, las empresas siguen dispuestas a seguir invirtiendo en el país. “Son compañías responsables que están apoyando al país y queremos seguir haciéndolo”, dijo.

Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Jorge Daboub, dijo que “no hay que confundir la paciencia con la conformidad”. “No nos podemos conformar con ser el último país que crece en la región”, aseguró.