“Era bastante tremendo”, “Ese muchachito no era buena pieza”, “Pobrecito pero andaba en malos pasos”. Esas fueron algunas de las expresiones de lugareños al enterarse de que el menor E.Ch.L., de 13 años, había sido asesinado.
El cadáver del menor fue encontrado ayer a las 5:00 de la mañana sobre la calle principal del cantón y caserío Colón, del municipio de Guazapa, 25 kilómetros al norte de San Salvador.
El cuerpo tenía varias heridas de bala y también una lesión en el abdomen que, al parecer, había sido hecha con un arma blanca.
Habitantes del caserío indicaron que como a las 3:00 de la madrugada escucharon varios balazos pero que nadie se atrevió a salir a ver qué ocurría por temor, ya que la zona es dominada por la mara Salvatrucha, misma a la que, supuestamente pertenecía el menor asesinado según indicaron vecinos y policías.
Quienes lo encontraron dieron aviso inmediato a la Policía. Aseguran que el menor ya estaba muerto cuando lo hallaron. En el lugar fueron encontrados varios casquillos, al parecer, disparados por fusil, según explicó el fiscal que acudió a la escena del crimen.
La madre, sin explicar las razones, lanzó una maldición a los soldados que patrullan la zona, pues a ella le habían dicho que estos habían matado al menor.
Sin embargo, varios lugareños dijeron que solo escucharon las detonaciones y que no vieron más pues a esa hora todavía estaban en sus camas y que por temor no quisieron salir a ver qué ocurría.
La mujer no supo explicar qué andaba haciendo su hijo a las 3:00 de la mañana y al preguntarle que si el menor tenía vínculos con pandillas también lo negó.
No obstante, algunos vecinos dijeron que el menor ocupaba un cargo dentro de la clica de la mara Salvatrucha que domina el lugar.
“Como que era el que los mandaba. Era bien tremendo”, dijo una mujer que por razones obvias pidió no ser identificada. “Aquí algo se ha calmado gracias a los soldados que andan por ahí caminando, no por que antes aquí era peor”, concluyó la lugareña.
Armas decomisadas tras ataque a patrulla policial
Ayer al mediodía, una patrulla policial fue atacada a balazos por miembros de pandillas en el cantón Los Mangos, municipio de Aguilares, según fuentes policiales.
Los agentes repelieron el ataque e hirieron a un atacante, quien falleció horas después, fue identificado como Edwin Geovani Torres Brizuela, supuesto marero de la 18.
En la huida, los pandilleros dejaron abandonadas una subametralladora UZI y un fusil M-16 tipo A2, calibre 5.56 mm., similar a los usados por miembros de la Fuerza Armada, a los cuales les harán las experticias correspondientes para determinar si no han sido utilizadas en otros hechos criminales.
Tras el enfrentamiento, la PNC y efectivos de la Fuerza Armada realizaron un operativo que incluyó un helicóptero con el fin de encontrar a los atacantes. Al cierre de esta nota, se registraba la captura de cuatro pandilleros sospechosos del ataque.
El sábado en la noche, una patrulla de soldados se enfrentó a varios pandilleros de la 18, en el cantón El Naranjo, municipio de Tonacatepeque, dejando como resultado dos pandilleros capturados y el decomiso de dos pistolas y un revólver.
De acuerdo con el director y subdirector de la PNC, en lo que va del año, se han registrado más de 60 enfrentamientos entre pandilleros contra policías y soldados.
El departamento de La Paz es el que más incidentes armados registraba hasta la semana pasada. En Quezaltepeque, un policía murió en una emboscada perpetrada por pandilleros de la 18.