La preocupación embarga a Yesica Cideos, su hija de 4 años ha sido catalogada como sospechosa de tener dengue con signos de alarma; la niña está ingresada en el hospital nacional Zacamil desde el miércoles.
Cuando los médicos le hablaron sobre la enfermedad que presumen tiene la infante no pudo contener las lágrimas. “Yo llorando estaba ahí. Por todo lo que ha salido en las noticias y como le sangraba la nariz, lo primero que me imaginé fue que tenía dengue hemorrágico”, comentó mientras cuida a su hija en la Sala de Pediatría.
Ella se lamenta que los médicos no hayan detectado el problema desde el inicio; asegura que el sábado anterior la llevó a consultar porque desde el mediodía comenzó con fiebre, esta no le cesaba, pero le dijeron que era algo viral. Su preocupación era mayor porque la niña tiene epilepsia.
Las fiebres continuaron el domingo, nuevamente la llevó al hospital y la respuesta fue la misma, que se trataba de algo viral. Sin embargo, está vez le indicaron un hemograma. El lunes por la tarde visitó un médico privado y escuchó lo mismo.
“Pero nunca se le quitó la calentura, entonces el miércoles la traje y ya venía con el hígado inflamado, entonces fue que la ingresaron. Tiene dos centímetros de crecimiento en el hígado, tiene bajas las plaquetas a 64 y se le desangra la nariz. Ya le hicieron la prueba (de lazo) en la que le aparecen los puntitos en la piel y le aparecieron”, manifestó Cideos.
Ella reside en Mejicanos y dice que en su casa los zancudos se han alborotado con el calor, pero asegura que lava la pila frecuentemente y la unta con lejía.
“Yo la traje dos días seguidos, pero no me dijeron que era dengue, sino que me la trataron por un proceso viral. Quizá (hay que) insistirles un poco más a los doctores, sobre todo ahora que hay epidemia. Que tomen un poco más en serie lo del dengue”, añadió la madre.
En el mismo servicio, pero en otro cuarto, está Nidia Orellana cuidando a su hija de 8 años. La infante también ha sido ingresada por sospecha de dengue.
Las fiebres le comenzaron el sábado pasado, pero Nidia creyó que era por resfriado ya que en días anteriores estuvo con tos. El martes decidieron llevarla a consultar al Seguro Social de la Zacamil; ahí le dijeron que tenía signos de dengue.
A la infante le hicieron unos exámenes y resultó con las plaquetas bajas, por ello la refirieron al Bloom, luego al Zacamil, en donde permanece ingresada.
La fiebre le ha rondado entre los 39 y 40 grados. Nidia dice que se afligió cuando le dijeron que probablemente se trataba de dengue “porque hasta donde sé, es una enfermedad peligrosa”, dijo la mujer.
Sostiene que en su casa no mantienen recipientes con agua destapados, no hay charcos y a la pila siempre le ponen abate; pese a ello hay zancudos.
Junto a la cama donde descansa su hija, Nidia les manda un mensaje a los padres de familia: “que los protejan de los zancudos porque es una amenaza grande, son pequeños, pero criminales”.
En lo que va del año, el Ministerio de Salud (Minsal) registra 1,831 casos confirmados de dengue, 889 casos más que el año anterior a la misma fecha, lo que representa un incremento del 92 por ciento.
Los casos notificados en 2014 son superiores a los registrados en los últimos tres años a la misma fecha.
En 2011 se reportaban 305 pruebas positivas al virus, en 2012 eran 843y el año pasado 942.
El martes 25 de marzo, la Dirección de Protección Civil junto al Minsal emitieron un aviso para tratar de controlar la enfermedad.
Ese día, las autoridades advirtieron del elevado riesgo que existía de una epidemia de dengue, pero esperarán los resultados de la jornada de combate a la enfermedad, por desarrollarse entre el 5 y el 8 de abril, para decretar o modificar al alerta estratificada que se mantiene desde el año pasado.
Hasta esa fecha, eran 13 municipios los de mayor riesgo a la enfermedad, entre ellos Ilopango, en San Salvador, Cojutepeque, El Carmen y Suchitoto en Cuscatlán, San Vicente y Nueva Esparta en La Unión.
Mientras que los departamentos que tienen una tasa por encima del promedio nacional son: Sonsonate, Cuscatlán, San Vicente, Santa Ana, Usulután y San Salvador.
El llamado es para que la población elimine los criaderos de zancudos para evitar la proliferación del mosquito transmisor de la infección.