El tráfico lento que impera en San Salvador volvió hacer de las suyas y ayer por la mañana se le sumó una protesta de siete comunidades del sur de la capital, que exigieron a la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Anda) un buen servicio en sus hogares.
Los manifestantes también hicieron otra demanda dirigida al Viceministerio de Transporte (VMT) para que el pasaje del Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss) sea de 20 centavos.
Los manifestantes se apostaron en la autopista hacia Comalapa, en las cercanías de la zona del Rancho Navarra, en la cual unas 30 personas con pancartas y algunos con sus rostros cubiertos mostraron su descontento.
A las 7:15 a.m. se plantaron frente al carril que conduce hacia el monumento del Hermano Lejano y detuvieron la circulación vehicular. Y así lo repitieron en los sentidos restantes hasta detener por completo el tránsito vehicular.
Eso generó descontento en los conductores, quienes empezaron a pitar de manera incesante y a gritar a los manifestantes.
La molestia fue tal que unos automovilistas estuvieron a punto de golpearse con los inconformes. “Dejame pasar y andá a trabajar, dejá de hacer degenere en la calle”, gritó uno. A lo que el encapuchado respondió amenazando con una piedra y con insultos.
Los conatos de violencia sucedieron frente a la mirada de dos agentes de la PNC, quienes solo fueron testigos de los inconvenientes y se resignaron a comentar que estaban “hablando con su jefe” para saber si procedían o no.
Los afectados por la Anda y el VMT mencionaron que venían de las comunidades Nicaragua, Minerva, Modelo, La Gloria, Brisas del Mirador, Aragón I Y II.
Mientras seguía el descontento, los dimes y diretes, y los pitos de los carros, la hilera de vehículos se extendió por más de un kilómetro en los carriles de la autopista. Eran las 7:30 a.m.
Los dueños de los vehículos optaron por apagar los motores, otros por escuchar música, leer el periódico o salirse de sus carros. Así lo hizo Ronald Escamilla, quien se dirigía a su trabajo hasta Santa Tecla y llevaba 15 minutos de retraso por el bloqueo de la calle.
Escamilla reconoció que “esta bien que se manifiesten, pero sin afectar a los demás o que nos avisen para buscar otras calles”, afirmó.
Uno de los voceros de la protesta, Marvin Guzmán, explicó por el megáfono que tenía “información que el Sitramss costaría un dólar y no es justo para los ciudadanos”.
Agregó que en los hogares de las comunidades que l legaron a la “actividad” les cae el agua una o dos veces por semana y no es suficiente para satisfacer sus necesidades. “Pagamos por algo que nunca recibimos, eso no es justo”, declaró Guzmán.
Los embotellamientos se extendieron a las arterias aledañas, como el bulevar de Los Próceres, la calle antigua a Huizúcar, entre otras.
Además, los usuarios del transporte público de pasajeros se vieron obligados a bajarse de las unidades y caminar para llegar a sus trabajos.
La protesta finalizó a eso de las 9:00 de la mañana con la amenaza que hizo Guzmán de que volverían a cerrar la autopista “de no ser escuchados y resueltas sus peticiones”.