Varios vendedores y agentes del CAM salen golpeados en desalojo

Los afectados fueron auxiliados por Comandos de Salvamento, y trasladados al hospital Rosales

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Varios vendedores fueron atendidos por Comandos de Salvamento después de resultar afectados con gas lacrimógeno. Algunos fueron llevados al hospital Rosales. Foto EDH / Jaime Anaya

Por Roberto Alas comunidades@elsalvador.com

2014-03-19 7:00:00

El desalojo de un grupo de vendedores en la avenida Monseñor Romero, a un costado de la Catedral metropolitana, dejó como resultado 15 comerciantes informales golpeados y afectados con gas pimienta, y dos agentes del CAM lesionados.

Los incidentes se registraron cerca de las 10:30 a.m. cuando un grupo de agentes del CAM llegó a decomisar las ventas bajo el argumento de que en esa zona no está permitido vender.

La oposición de los comerciantes terminó con una refriega y dejó golpes y 15 de ellos resultaron afectados con gas pimienta y golpes, por lo que fueron trasladados al hospital Rosales por Comandos de Salvamento.

Carlos Fuentes, miembro de la institución de socorro, dijo que la mayor parte de afectados fue por el gas pimienta, y otros que presentaban golpes contundentes.

El director del CAM, Gilbert Cáceres, explicó que el procedimiento que efectuaron los agentes fue “de rutina”; pero el mismo se tornó violento y tuvieron que utilizar el gas lacrimógeno para dispersar a los vendedores porque les estaban amenazando con objetos contundentes.

Agregó que el grupo de vendedores informales no cuenta con permiso para ejercer el comercio en la zona.

Sin embargo, una de las vendedoras, Norma Aguirre, se mostró extrañada sobre el retiro de más de 10 ventas informales que por años han estado en ese sector.

Explicó que tenían un acuerdo con la Alcaldía de comerciar en horarios escalonados, “Y lo hemos cumplido”, dijo.

De los que venden en la zona, 10 lo hacen por la mañana, otro número igual por la tarde; y posteriormente se suman otros 10, insistió.

La mercadería que decomisaron los agentes son frutas, lentes, y un puesto de reparación y ventas de reloj.

Salvador Díaz, quien es el que repara los relojes, dijo que los del agentes metropolitanos solo llegaron y sin explicación alguna le quitaron el puesto.

Norma Aguirre pidió que les devuelvan sus mercancías; pero siempre que han ido a reclamarlas, no les devuelven nada.

Dijo que se irán quejar a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos para hacer que les devuelvan sus ventas.

Por su parte Irvin Rodríguez, de la comisión de ordenamiento de la comuna, explicó que el hecho es “aislado” y dijo que el lugar donde están los vendedores “no está autorizado para ningún tipo de ventas”.