Diagnostican leishmaniasis a infante ingresado en el Bloom

El paciente fue hospitalizado el 18 de enero. Se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) conectado a un respirador mecánico, tiene el bazo y el hígado grande, lo que dificulta su respiración

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Los pacientes con lesiones graves son ingresados a la Unidad de Cuidados Intensivos del Bloom.

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2014-02-06 8:00:00

Un niño de un año y cuatro meses procedente de Nueva Granada, Usulután, permanece ingresado en el hospital Bloom con el diagnóstico de leishmaniasis visceral, una enfermedad transmitida por un mosquito infectado con el parásito protozoario del género leishmaniasis.

El niño adquirió la forma más grave de la patología y fue confirmada mediante un examen de aspirado de la médula ósea, manifestó Carlos Mena, epidemiólogo del centro infantil.

El paciente presentaba fiebre, palidez, infecciones en la piel (se formaron una especie de llagas), el hígado y los pulmones afectados, tos, edema en los miembros inferiores, anemia y el abdomen agrandado.

El epidemiólogo explicó que el infante fue visto en el Hospital San Juan de Dios de San Miguel y referido al hospital Bloom con el diagnóstico de síndrome mieloprofilerativo (enfermedades de la sangre y de la médula ósea).

Debido a la gravedad de la enfermedad, el niño permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El paciente tiene el hígado y bazo inflamado, esto le dificulta su respiración.

El niño permanece conectado a un aparato para poder respirar, la condición de salud es delicada.

Mena declaró que “el caso fue catalogado como grave por todo lo que presentó, anemia, edema de los miembros inferiores…”.

El epidemiólogo expuso que el caso se reportó al Ministerio de Salud (Minsal) para que se tomaran las medidas necesarias, entre ellos ver la presencia del mosquito transmisor y buscar otras personas con síntomas de la enfermedad.

“Si nosotros sabemos que en esa área está el mosquito que pica y que es la leishmaniasis que lo causa hay que combatir al mosquito constantemente igual que el dengue”, añadió Mena.

El año pasado, en el Bloom atendieron dos casos de leishmaniasis visceral, una niña originaria de Honduras, que además tenía Chagas. Ella fue ingresada el 11 de marzo. También trataron a un niño salvadoreño de un año.

En 2012 atendieron a dos pacientes con esta enfermedad, pero de tipo cutánea, los dos eran originarios de Caluco, en Sonsonate.

Las dos niñas tenían tres años. La primera fue hospitalizada el 20 de febrero y la otra el 13 de julio de ese año, ambas fueron dadas de alta, según el reporte del hospital Bloom.

La cutánea afecta la piel y la mucosa, el cuerpo se presentan una especie de llagas.

El infectólogo particular, Jorge Panameño, manifestó que se trata de una enfermedad rara en nuestro país.

Agregó que en la época de los 90 se describieron casos sobre todo en San Vicente en personas desplazadas de la guerra que vivieron bastante tiempos en campamentos en Honduras y Nicaragua, zonas endémicas de leishmaniasis.

El parásito es transmitido por un mosquito llamado jején o mosca de arena porque se ve en la orilla de los ríos.

Panameño comentó que la leishmaniasis cutánea afecta la piel y la mucosa y también se le conoce como lepra tropical porque se caracteriza por úlceras que desfiguran el cuerpo y son complicadas de tratar. La de tipo visceral es de mayor gravedad, “produce un aumento del bazo que llega hacer gigantesco y esta enfermedad también puede afectar la médula ósea y causar la muerte”, manifestó el infectólogo.

Panameño agregó que existen animales sobre todo perros que pueden servir como huésped intermediario, es decir, padecer la enfermedad y a partir de ahí diseminarlo.

Por ello considera que al registrarse un caso en el país, el personal del hospital debe notificarlo al Ministerio de Salud (Minsal) para evitar que se origine un brote con la búsqueda en la comunidad de canes infectados.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la leishmaniasis es una enfermedad parasitaria que se encuentra en zonas tropicales y subtropicales, que afecta principalmente a niños menores de cinco años.

Un informe Epidemiológico de la OPS del año pasado detalla que la patología está presente en los cinco continentes y es endémico en 98 países y que cerca de 90 por ciento de los registros del tipo visceral están concentrados en Brasil, Etiopía, India, Nepal y Sudán.

Mientras que la de tipo cutánea, Brasil, Colombia, Perú, Bolivia y Nicaragua están entre los 12 países del mundo que concentran el 90 por ciento de los casos.