Han cerrado más de 200 mayoristas de gas propano

La venta de este producto deja ganancias de solo $0.25 por cilindro, lo que genera corrupción

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Un comerciante de tienda Mi surtidita en Mejicanos, señaló que ya se le han acercado a tratar de "venderle el subsidio". Foto EDH

Por Patricia García nacional@eldiariodehoy.com

2014-02-10 8:00:00

Mientras algunos centros de distribución de gas propano en El Salvador tratan de sobrevivir con la comercialización del producto, muchos otros han cerrado por el mínimo margen de ganancia que genera la venta del mismo.

Y en medio de la incertidumbre, otros aprovechan el frágil mecanismo del sistema para crear el “mercado negro” del millonario subsidio.

Según lo detalla Mauricio Medrano, presidente de la Unión de Distribuidoras de Gas, Udigas, hasta el 2011 se contaba con un estimado de 350 centros de distribución de gas licuado y de estos un aproximado de 200 se han visto obligados a cerrar al no obtener una considerable retribución con la venta.

“La ganancia es pésima”, señala Medrano, “los que se han quedado funcionando (respecto a los negocios) son los que los manejan entre miembros de una familia y que no gastan en pago de sueldos”.

Según lo manifiesta, se han perdido no solamente negocios, sino que también fuentes de empleo, ya que en estos centros de distribución en ocasiones se encuentran entre 3 y 6 personas laborando como cargadores de cilindros o repartidores.

“Los costos para operar son más altos que la ganancia”, señala el presidente de Udigas.

Según datos que proporcionó el representante del sector, de un estimado de $0.84 centavos que “podría ser la ganancia” por cilindro de gas vendido en los centros de distribución formales, estos están sujetos a declaraciones de impuestos y gastos que los hacen perder esa compensación.

“Si la ganancia era de $0.84 centavos y tienen que hacer declaraciones de IVA y pago a cuenta, les queda como $0.48 centavos, entre pago de empleado por cilindro gasta un estimado de $0.15, eso le reduce a $0.33, más el gasto de combustible que oscila entre $0.15 a $0.20 centavos por cilindro, se le reduce a $0.13, y aún hay que sumarle el costo de las maras y las extorsiones que anda entre $0.15 y $0.20 por tambo de gas, entonces salen perdiendo”, argumenta Medrano.

De acuerdo con el presidente de Udigas, desde que se cambió el método de pago del subsidio, muchos son los sectores que han sido afectados. El Gobierno paga unos $11 millones por mes en esta medida asistencialista.

Tiendas dejan de vender

Desde la entrada en vigencia de la entrega del subsidio del gas por parte del gobierno directo a los salvadoreños en mayo del 2011, muchas tiendas que se dedicaban a la comercialización de este, también tuvieron que prescindir del ofrecer ese servicio.

Diversas tiendas consultadas en el área de San Salvador, coinciden en un tema en común, la venta de gas propano, ya no es un negocio rentable.

En una tienda consultada sobre la 20 avenida norte de San Salvador, la propietaria, quien no quiso brindar su identificación, señaló que ella comercializaba gas propano a los clientes aledaños, pero que hoy en día tuvo que desistir de prestar el servicio porque no le genera mayor rentabilidad.

“Ya no vendo eso porque antes con $15 que yo invertía podía abastecer 3 tambos de gas, hoy, eso sólo me alcanza para uno y solamente se le gana como una cora ($25 ctvs.), entonces dígame usted, ¿qué hago con esa ganancia?, más que me estoy arriesgando con ese producto aquí”, argumenta la propietaria de la tienda.

Como esta tienda, existen muchos que han corrido con la misma suerte en el negocio del gas licuado.

De las pequeñas tiendas que se registran que distribuían el producto que eran alrededor de 30 mil a nivel nacional en el 2011, estas se redujeron casi a la mitad el año pasado.

“Para mucha gente se le ha complicado, hay quienes no saben ni leer ni escribir, de repente le dan un teléfono para que haga todo un procedimiento, es una molestia”, destaca Mauricio Medrano, al cuestionar el mecanismo de subsidio.

En otra tienda consultada en la avenida Apaneca del municipio de Ciudad Delgado, su propietaria, Celsa de Flores, señala que no ha desistido de la comercialización del producto porque los cliente la buscan, pero lamenta lo engorroso del proceso para que el Gobierno le pague a ella en concepto del subsidio.

“Yo pido los tambos de gas al crédito y cuando el cliente viene y compra el gas con subsidio el gobierno me tiene que devolver ese dinero, porque el cliente sólo paga como 4 o 5 dólares y lo demás lo pone uno, entonces cuando voy a que me reintegren ese dinero a veces en una de las farmacias de aquí cerca, me dicen que no tienen dinero para devolvérmelo en ese momento y entonces se paraliza la venta”, explica la comerciante.

De acuerdo con el relato de doña Celsa, cuando llegan a recoger el dinero del producto que le han dejado al crédito, ella debe tenerlo ya listo porque sino ya no puede abastecerse del producto.

El problema de la devolución por parte del Gobierno es solo una de las molestias que enfrentan los comerciantes.

La mayoría de las personas consultadas en centros de distribución de gas en Mejicanos, San Salvador, Ciudad Delgado y Cuscatancingo, señalan que existen personas que se quejan de que el subsidio “no les aparece” a veces.

Ante esto, Francisco Zelaya, del centro de distribución de gas de Cuscatancingo 1, señala que, al menos ellos, procuran que el cliente sea quien ingrese los datos de su número de DUI o PIN de tarjeta solidaria, al aparato celular, para evitar que se les acuse de robo de subsidio.

A este problema de desconfianza de la población se suma que el cilindro de gas en este mes se vende a $14.98, y pese al incremento que refleja con respecto al mes anterior, el Ministerio de Economía a esta fecha, aún no ha actualizado las tablas de precios de los establecimientos, donde aún señala que “este producto se vende a $14.30”.