Ubicado a 65 kilómetros de San Salvador, este departamento occidental del país se caracteriza por la hospitalidad de su gente y por la calidez del ambiente, por encontrarse próximo al litoral salvadoreño, donde están las playas Metalío y Los Cóbanos.
La primera se caracteriza por sus arenas negras y su proximidad con el puerto de Acajutla.
Mientras que la playa Los Cóbanos es buscada por la belleza de sus arrecifes y sus arenas blancas.
Otros de los sitios que son considerados atractivos por los turistas son los balnearios sonsonatecos.
Entre estos destaca Atecozol, que se caracteriza por su antigüedad; pues, data desde el año 1956.
La riqueza de este lugar lo constituyen sus aguas, que provienen de las vertientes subterráneas del volcán de Izalco y se acomodan en las piscinas del balneario.
Mientras que el centro turístico de Caluco es buscado por sus nacimientos de agua, que llevan frescura a quienes en ellos se sumergen, a través de sus dos piscinas.
Además, los habitantes del sitio han hecho de este lugar un espacio ideal para la venta de sopa de gallina india.
Más turismo
Pero si lo que se busca es menos sol y más contacto con la naturaleza está la denominada Ruta de las Flores.
Ingresando por Sonsonate se encuentran en su respectivo orden: Nahuizalco, Salcoatitán y Juayúa, en el departamento de Sonsonate.
Esta ruta también incluye Apaneca y Concepción de Ataco, ambos en Ahuachapán.
Otro lugar hermoso que incluye este departamento es el volcán de Izalco, también conocido como “El faro del Pacífico”.
Esto último porque durante 196 años hizo erupción constante, tanto que sus flamas se observaban hasta el océano.
Llegando desde San Salvador, el desvío hacia este hermoso lugar se encuentra después de Armenia. Mientras que viviendo de Santa Ana, la calle de acceso se encuentra en la ruta que lleva al lago de Coatepeque.
El ascenso a este coloso puede durar poco menos de tres horas. Ese recorrido puede ser suficiente para deleitarse de la vegetación y de un ambiente nebuloso.