Sorpresa fue la que se llevaron el lunes empleados de la unidad de Transporte y Vectores del Sistema Básico de Salud Integral (Sibasi) de Usulután cuando observaron que hacían falta dos motocicletas. Sospechan que el hurto pudo darse el fin de semana pasado.
Según Miriam Campos, secretaria encargada de la referida unidad, cuando los empleados se disponían a utilizar las motocicletas para realizar sus asignaciones laborales ya no las encontraron en el parqueo donde siempre quedan guardadas.
De inmediato interpusieron la denuncia ante la Policía y un grupo de agentes procedió a realizar la inspección.
De acuerdo con las estimaciones de las autoridades del Sibasi, cada una de las motocicletas está valorada en no menos de 3,500 dólares.
Los hampones también les hurtaron 130 recipientes de 1/4 de aceite para motocicletas, valorados todos en unos 500 dólares, según informó el oficial de servicio que estaba de turno el lunes.
Según Campos, hay suficientes elementos que trabajan como guardias de seguridad en el Sibasi, el cual se encuentra en la parte de atrás del hospital San Pedro, por lo que no se explica cómo los ladrones pudieron llevarse las motocicletas sin ser vistos.
Tiroteo por robo en la capital
En otro hecho, un tiroteo ocurrió ayer, aproximadamente a las 5:00 de la tarde, sobre la intersección entre la 29a Calle Poniente y la 25a Avenida Norte, de San Salvador, cerca del hospital nacional de niños Benjamín Bloom.
Según la información preliminar de la Policía, unos sujetos asaltaron a una persona que recién salía de una agencia bancaria de la zona de hacer una transacción.
El hecho dejó una persona lesionada.
Detienen a conductor temerario
El médico Alfredo Sol H., quien es empleado del nosocomio infantil Benjamín Bloom, fue detenido en evidente estado de ebriedad.
Según el oficial, el médico fue detenido a las 5:00 de la tarde del domingo en un control vehicular que se encontraba a la altura de cantón San Marcos Lempa, en Jiquilisco, Usulután.
El examen de alcoholemia que le fue practicado dio como resultado 239 grados de alcohol en sangre, por lo que fue llevado a las bartolinas usulutecas.