SAN MIGUEL. En el cantón La Fragua en el municipio de Moncagua, San Miguel, los pobladores tenían que recorrer más de dos kilómetros para obtener agua.
Aunque en el lugar ya existía un sistema de agua potable, la tubería había cumplido su período de vida útil volviendo el sistema cada día menos sostenible por las frecuentes reparaciones.
Los vecinos, aglutinados en una fundación comunitaria, gestionaron el proyecto con la embajada de Japón en El Salvador.
Los beneficiados consiguieron los fondos bajo el programa de Asistencia Financiera No-Reembolsable para Proyectos Comunitarios de Seguridad Humana (Apcs).
El costo total de la obra fue de $241,171.28, de los cuales la embajada aportó $122,664.00. Con este proyecto se han beneficiado más de 1500 habitantes de esa zona.
El embajador de Japón Masataka Tarahara junto al alcalde de Moncagua Sergio Antonio Solórzano y líderes de la comunidad; participaron en la inauguración de la obra.
El gobierno nipón, a través del programa de Asistencia Financiera No Reembolsable, ha donado más de 4 millones de dólares, los cuales se han invertido en 80 proyectos de agua potable, beneficiando a más de 85 mil salvadoreños.
Voluntarios en el Crior
El Programa de Voluntarios Japoneses para la Cooperación con el Extranjero (Jocv) por sus siglas en ingles, es otro de los brazos de apoyo del gobierno nipón al país, esta entidad inició en 1965.
A través de ellos, el gobierno japonés ha enviado a más de 44,000 voluntarios a 88 países diferentes, para contribuir a una variedad de programas de desarrollo socioeconómico.
Como parte de su recorrido por la zona oriental, el embajador Tarahara, visitó las instalaciones del Centro de Rehabilitación Integral de Oriente (Crior), una dependencia del Instituto Salvadoreño de Rehabilitación de Inválidos (Isri).
Ahí, el voluntario, senior Takashi Nishida, ofrece sus servicios desde marzo de este año, apoyando el área de Fisioterapia Infantil, impartiendo capacitaciones a los fisioterapeutas y brindando terapias físicas a los niños que visitan el Crior.
“Estoy muy orgulloso de brindar mis conocimientos profesionales para que los niños tengan un futuro mejor”, dijo el voluntario, quien reside en San Miguel.
En todo El Salvador hay destacados 40 voluntarios, quienes desarrollan sus actividades con un alto sentido de responsabilidad social y humanitaria.
Proyectos en La Unión
La Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica) también ejecuta el proyecto “Apoyo para el Establecimiento de la Policía Comunitaria en El Salvador”.
Junto a con la Agencia Brasileña de Cooperación (Abc) y la Policía Militar del Estado de Sao Pablo (Pmesp).
Con este proyecto se pretende fomentar el fortalecimiento institucional, la formación de personal policial y la elaboración de instrumentos de gestión y el desarrollo de experiencias de este modelo, en cinco sub-delegaciones policiales: Zacatecoluca, Santa Ana, La Unión, Apopa y Quezaltepeque.
La finalidad de este proyecto es mejorar la situación de seguridad pública y la tranquilidad ciudadana en el país.
Asimismo, a través del Jica ejecutaron un proyecto para el fortalecimiento de capacidades para el desarrollo turístico de la Región Oriental, el programa inició en el 2010 y finalizó este año. Gracias a él, se logró identificar cuales eran las necesidades y recursos locales.
También se hizo una selección y diseño de cursos y capacitaciones, se realizaron reuniones de participación y capacitaciones, seminarios y elaboración de productos artesanales, beneficiando directamente a unas 400 personas de 13 municipios.
Por último, se contempla el apoyo que brindaron en la construcción del muelle municipal de La Unión. El monto que invirtieron fue de $ 1,183, 821.00 y con el se pretende potenciar el desarrollo económico y social del municipio.
Con esta inversión se busca además, mejorar el desarrollo turístico entre las islas del Golfo y la ciudad, ya que facilitará el tránsito de bienes y personas en la zona.