De la escuela a la Orquesta Sinfónica Juvenil

El joven violinista Frank Hernández reconoce el apoyo que le dan sus maestros y familia

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El joven violinista Frank Edison Hernández volvió este fin de curso al lugar donde inició su carrera.

Por Susana Joma nacional@elsalvador.com

2013-11-15 8:00:00

A sus 17 años, Frank Edison Hernández Lemus, un joven violinista que descubrió la magia de la música en el Centro Escolar Distrito Italia de Tonacatepeque, se mantiene firme en sus esfuerzos por convertirse en un excelente intérprete.

Pese a que tiene tres años de formar parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil de este país no pierde la humildad. De hecho no escatima en hablar de sus raíces artísticas, esas que empezaron a extenderse con fuerza cuando llegó a estudiar el primer grado en el mencionado centro educativo.

Al consultarle en qué nivel se encuentra a nivel musical nos explica tímidamente que en un nivel intermedio, pero asegura que “internacionalmente me falta mucho que aprender”.

Frank, quien ahora estudia el bachillerato en Hostelería y Turismo en el Colegio José Ingenieros, de Santa Tecla, expresó que “con la música ha logrado hacer bastantes cosas impresionantes en la vida. Una de las oportunidades es salir del país”.

Antes de terminar el noveno grado, Hernández Lemus ya había asistido a México, pero fue con la Sinfónica que pudo tener experiencias en Costa Rica, donde asistió a un intercambio con músicos de diferentes países. Luego tuvo participaciones en Italia y Suecia.

“Estoy bastante satisfecho con las cosas que he hecho. He aprendido nuevas cosas. Nuevas personas me han apoyado y me han demostrado cómo es la música”, expresó Frank, a quien a principios de esta semana encontramos practicando en el salón de música de su antigua escuela de enseñanza básica y donde aún tiene la oportunidad de contar con el apoyo del director, así como del profesor Ludwin Francisco Melgar, su primer maestro de violín.

Junto a Frank estaban otros escolares del centro educativo que se están iniciando con el violín, como es el caso de Wendy Stefany Gómez, quien tiene 12 años y terminó este año quinto grado.

Avanzar en este mundo musical y salir bien con las responsabilidades de estudio en el colegio no es sencillo. Él práctica dos horas diarias todos los días.

El joven miembro de la Sinfónica Juvenil dijo que “es bastante pesado, porque te toca a veces salir de las clases del colegio e irte a preparar superrápido para los ensayos y después hacer las tareas. Así estudio en la noche y me desvelo”. Pese a lo demandante que son sus actividades asegura que lleva buenas calificaciones y su familia está contenta y lo apoyan mucho, al igual que ocurre en su actual colegio.

El profesor Ludwin Melgar, quien le mostró el mundo del violín, expresa que su exalumno es un gran ejemplo para otros en la institución.

“Para nosotros es algo maravilloso que él haya alcanzado varias metas. Estamos conscientes de que todavía hace falta, pues está en un nivel intermedio. Incluso hoy que ha salido fuera del país se ha dado cuenta de todo lo que tiene que desarrollar, que todavía está en pañales, que está empezando la carrera”, comentó Melgar.

El docente afirma que la experiencia con el taller de música del centro escolar es bastante satisfactoria, porque se ve el desarrollo de los niños en lo académico y en la música desde que están en los primeros grados, como ocurrió con Frank.