Biólogos dudan que toxinas hayan causado las 201 muertes

El director regional de Widecast refuta la versión oficial sobre la más reciente mortandad de quelonios

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El 14 de octubre, 40 quelonios muertos fueron encontrados en playas de La Libertad.

Por Lilian Martínez nacional@eldiariodehoy.com

2013-11-02 5:00:00

Dudas. Eso es lo que ha generado entre ambientalistas y biólogos locales la explicación oficial sobre el hallazgo de 201 tortugas marinas muertas en las costas salvadoreñas ocurrido entre el 28 de septiembre y el 21 de octubre.

Según el informe de la CONAMAR “los resultados de las muestras analizadas a más de una docena de tortugas marinas, sustentan (…) que la causa de la muerte de los quelonios se debió a la ingesta de organismos que bio-acumularon saxitoxinas”.

Pero no solo los biólogos salvadoreños tienen dudas. Didiher Chacón Chaverri , biólogo marino y director para Latinoamérica de la Red de Conservación de Tortugas Marinas en el Gran Caribe (WIDECAST), tampoco cree la versión oficial.

“El alegato de que se alimentaron es erróneo”, afirma Chacón Chaverri. Luego añade: “Parece que es algo que particularmente solo ataca a las especies de tortugas. Eso no es cierto. Eso no existe en la naturaleza. No estamos hablando de una gripe de tortugas o una toxina solo de tortugas”.

El informe hecho público por la viceministra de Medio ambiente, Lina Polh, y el viceministro de Salud, Eduardo Espinoza, el 22 de octubre asegura que los tejidos extraídos de las tortugas marinas encontradas muertas “evidenciaron la presencia de saxitoxinas en su cuerpo, pero se desconoce la especie de alga marina que produce las toxinas mortales que han afectado a las tortugas marinas”.

Las saxitoxinas causan la intoxicación paralítica por mariscos. Según la guía del la OMS “Respuesta de la Salud Pública a las Armas Biológicas y Químicas”, las toxinas PSP (paralytic shellfish poisoning) no solamente son producidas por algas marinas, sino que también “por ciertas bacterias, cianobacterias y algas rojas”.

En el informe oficial, también se afirma que en el agua analizada por el MARN, recolectada en la costa occidental, había Cochlodinium polykrikoides y Alexandrium cf monilatum, algas “que producen color marrón en las aguas marinas y un aroma a marisco en descomposición”.

El documento agrega que las muestras de agua analizadas por el LABTOX-UES revelaron la presencia “de especies productoras de toxinas del tipo paralizante”. Se trata de las algas: Alexandrium, Cochlodinium, Pyrodinium y Gymnodinium.

Pese a los niveles encontrados de estas, se añade que “no hay evidencia de acumulación de toxinas en las muestras de moluscos” que son consumidos localmente.

En la presentación de los resultados se afirma que “valores representativos de saxitoxinas se encontraron en tejidos de tortugas marinas desde 116.11 en una muestra hasta 478.29 µg/100g”.

¿Pero cómo afectan las afloraciones algales la vida marina? Didiher Chacón Chaverri responde: “Si tuviéramos eso ustedes tendrían crustáceos y moluscos, muertos o contaminados”. Lo que mató a las tortugas parece ser una causa selectiva. En palabras del director regional de Widecast: “Eso no existe en la naturaleza. Ese tipo de incidencia sí la encontrás con la pesca incidental. Eso sí. Eso sí se ha visto. Porque la pesca va a los ecosistemas donde hay tortugas. Por eso no estamos viendo otros grupos animales en el agua muertos. Como sería el reflejo de que el agua se envenene con una toxina”.

El biólogo marino considera necesario investigar si las tortugas muertas fueron víctimas no de una floración algal, sino de la pesca con palangre o cimbra. En sus palabras: “La toxina no es específica de las tortugas, ese es el primer elemento que me aleja a mí de apoyar una conclusión como la que dieron, que no estamos viendo otros animales”.

Pero ¿porqué sospecha de las cimbras? Él lo explica: “La termoclina es una banda de agua caliente. Cuando esa agua caliente existe los peces se refugian ahí. Cuando la termoclina se acerca a la costa, los peces vienen, los pescadores llegan y lanzan sus líneas, sus palangres. Si esto coincide con zonas de alimentación de tortugas los palangres están hechos para pescar, para matar y las víctimas son las tortugas marinas”.

Otro aspecto a investigar es si las tortugas murieron en aguas guatemaltecas, pero fueron arrastradas por la corriente hasta playas salvadoreñas. Pues en Guatemala también se han estado hallando tortugas muertas en las playas del Pacífico.

Para quien se pregunte ¿porqué tanto escándalo ante estos hallazgos, Chacón Chaverri afirma: “El tema es que algunos de estos animales están en tal condición de extinción que con una cantidad de 250 animales (muertos) estamos hablando de casi la totalidad de una población anidadora; lo que va a colocar a la carey y a la tortuga verde del Pacífico en una condición al borde de la extinción”.

Ante el hecho de que tanto Guatemala como El Salvador han tenido este tipo de hallazgos en el último trimestre y que Nicaragua, Costa Rica y Panamá los tuvieron meses atrás, el biólogo marino lanza una sugerencia. Esta consiste en “hacer un estudio regional y hacer un grupo regional multidisciplinario”.

Dicho grupo debería estar formado por oceanógrafos, biólogos marinos, veterinarios con experiencia en tortugas marinas y toxicólogos. “Porque es un enfoque ecosistémico el que hay que darle a este análisis”, aseveró.

Para ejemplificar que la investigación debería ser revisada y ampliada, recordó lo que ocurrió en Costa Rica: “Uno de los errores que cometió el gobierno (…) en el análisis es que la gente decía que no había evidencia de interacción con la pesca”.

Ante ello, los científicos preguntaron a las autoridades qué era lo que estaban buscando. La respuesta fue “que el animal traiga un pedazo de red o un pedazo de línea pegado”. Según Chacón Chaverri cuando la tortuga queda pegada a una línea, la tortuga se muere, el pescador la agarra, la sube, le quita el anzuelo y la tira al agua. “¿Qué ve?”, pregunta para luego responder: “Una incisión de tres milímetro. (…) El punto donde el anzuelo tenía agarrada la tortuga. La tortuga se cansó. Ella tiene respiración voluntaria. Al estar cansada, muere ahogada. ¿Qué se busca en las muestras clínicas? Agua en los pulmones”.

Pero lo que más hace dudar a este biólogo marino de la versión del CONAMAR es que “la toxina no es específica de las tortugas” y que “que no estamos viendo otros animales (afectados)”.

Además, sabe que hay “una pequeña muestra” que da indicios de interacción con la pesca. “Entiendo que hay algunos animales con anzuelos. Pero es muy fácil quitar un anzuelo y arrojar un animal al agua. Hay que buscar por ejemplo, hematomas, porque las tortugas se enredan en cuerdas. Entonces, dejan un hematoma muy parecido al ahorcamiento. No vi en el informe que estén buscando estas cosas”, añadió.