SANTA ANA. Rebeca García alumna de cuarto grado del centro escolar Caserío La Reforma, en el cantón Cutumay Camones, de Santa Ana, relató que las condiciones en la escuela no eran las adecuadas para recibir sus clases.
Las aulas eran de lámina y, debido al mal estado, en el invierno se filtraba el agua.
Sin embargo, la situación cambió este año ya que fueron beneficiados con la construcción de un centro escolar digno.
El presidente de la Asociación Conjunta para el Desarrollo Integral Ahuachapán en Marcha, Jaime García Prieto, explicó que en una visita que realizaron a la escuela verificaron las malas condiciones.
Otro de los miembros de la asociación, Jorge Ortiz, dijo que trabajan de la mano con la Embajada de Japón, por lo que le presentaron la necesidad y ésta aceptó financiar la obra que comenzó a construirse en marzo de este año.
Ayer fue inaugurada ante la presencia de los alumnos, padres de familias y representantes del Ministerio de Educación.
Los trabajos consistieron en la construcción de dos aulas, sanitarios, dirección, bodega-cocina y la colocación de malla perimetral.
La inversión fue de $108,242; de los cuáles $104,492 fueron aportados por Japón, $3,000 por Ahuachapán en Marcha y $750 por la comunidad.
La directora de la escuela, Irenia Palacios, expresó que los beneficiados son 131 alumnos que cursan desde parvularia a sexto grado.
“Ahora tienen la bendición de contar con una infraestructura de calidad”, dijo.
La escuela fue fundada en 2004. Para ese entonces funcionaba en el patio de una casa. Fue en 2008 que lograron la donación de un terreno donde construyeron infraestructura provisional.
La esperanza de que la situación podría mejorar cambió en 2011 cuando recibieron la visita de Ahuachapán en Marcha.
El consejero de la Embajada del Japón, Yasuhiro Mitsui, manifestó que con el proyecto se mejora el ambiente de los más de 100 estudiantes.
“El pueblo del Japón está consciente de que la educación es uno de los grandes pilares donde la sociedad debe de fundamentar su desarrollo económico y social para lograr una mejor calidad de vida”, dijo el Consejero.
Agregó que el proyecto es parte de los lazos de amistad que existen entre Japón y El Salvador.
La directora expresó que con las nuevas instalaciones buscarán que se les asigne un nuevo recurso humano pues actualmente sólo hay dos maestras.
La idea que tienen es ampliar la oferta académica hasta tercer ciclo.
La escuela más cercana en esta comunidad está a siete kilómetros, lo que implica que los jóvenes que deseen continuar los estudios deben caminar y pagar transporte colectivo.