Las denuncias que presentaron 99 personas en contra de una supuesta empresa turística que ofrecía falsos paquetes vacacionales llevaron a la Fiscalía y a la Policía a capturar a cinco personas, entre éstas al costarricense Horacio Gerardo López Rodríguez, quien se supone es el propietario del negocio.
Las detenciones se hicieron en las oficinas de la empresa Servicio de Mercadeo Internacional (Sermerint) situadas en un centro comercial localizado en la Avenida Masferrer Norte en las cercanías de la residencia presidencial.
La referida empresa estaría operando desde el 2006, pero con diferentes nombres; incluso en el 2010 fue multada por la Defensa del Consumidor, según la Fiscalía.
La jefa de la unidad fiscal que investiga los delitos contra el patrimonio privado, Carolina Nóchez, explicó que el monto de lo estafado asciende a más de 100 mil dólares porque las víctimas cancelaron entre 1,000 y 1,500 dólares para acceder a los supuestos paquetes vacacionales, ya sea con destino en El Salvador o en el extranjero, según la fiscal.
Ayer durante el registro que hicieron fiscales y policías a las oficinas de la referida empresa se encontró más documentación de posibles víctimas, por lo que la Fiscalía no duda en señalar que habrá más personas ofendidas.
En ese sentido pidió a otras personas que hayan sido estafadas a que presenten sus denuncias en las oficinas fiscales.
Los otros cuatro detenidos son Claudia Lizeth Grande Catota, Stephani Elaine Cañada Amaya, Mario Grande Catota y Andrea Jeanette Rivera Orantes, quienes se encargaban de “convencer” a las víctimas a que adquirieran los paquetes vacacionales, los cuales los cancelaban a través de sus tarjetas de crédito.
Los invitaban a comer para convencerlos
Los detenidos hacían contacto telefónico con sus potenciales víctimas para informarles de que se habían ganado un bono por 100 dólares que podía utilizar en hoteles, restaurantes u otro lugar turístico.
Les explicaban que se los habían ganado por haber manejado de forma ordenada las tarjetas de crédito y enseguida los invitaban a una cena o almuerzo, sin ningún costo ni compromiso. Durante la reunión, los detenidos les explicaban las ofertas turísticas y en caso accedían eran “obligados” a firmar un contrato en el que libraban de responsabilidad a la empresa que ellos representaban, según uno de los ofendidos.
“El hecho de firmar un contrato no quiere decir que sea un contrato limpio y legal. Hay contratos criminalizados. En este caso la estafa consiste en eso, en contratos criminalizados que han hecho ver a las víctimas con unas cláusulas bastantes abusivas”, dijo Nóchez.
Aseguró que los detenidos les aseguraban a sus víctimasque la empresa Sermerint tenía convenios con hoteles en México, Guatemala, Costa Rica, Panamá y hasta en Suramérica para que disfrutaran de sus vacaciones.
“A la hora de que las personas llegan a los lugares, la sorpresa que se llevan es que no hay ningún convenio, no hay ninguna oferta, no hay ninguna promoción con este tipo de comercios”, dijo Nóchez.
Fuentes policiales explicaron que el costarricense López Rodríguez habría actuado de la misma manera en otros países centroamericanos, pero cuando era detectado por las autoridades decidía cerrar el negocio y retirarse del país.
En otros casos, le cambiaba el nombre a la empresa para seguir operando y no llamar la atención de las autoridades.