Interceptan llamada de pandilleros desde penal con orden criminal

El Cobra, cabecilla de la MS-13, preso en la cárcel de Ciudad Barrios convocó a una conferencia telefónica con varios mareros

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La teleconferencia de un grupo de mareros se originó en penal de Ciudad Barrios en San Miguel.

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2013-10-27 8:00:00

El Cobra fue claro y dio una orden desde el penal de Ciudad Barrios: “Díganles a los homeboys (mareros) todo lo que les he explicado y díganles que el perro del Geovany debe morir porque metió mano con uno de mis homeboy que está muerto”.

La orden del cabecilla de la Mara Salvatrucha (MS-13) fue girada a través de una llamada telefónica múltiple, una teleconferencia, interceptada semanas atrás por las autoridades salvadoreñas y de la cual El Diario de Hoy tiene una copia.

La comunicación no solo evidencia las siniestras órdenes que salen desde los centros penitenciarios, sino que también revela la evolución y el grado de organización que tienen las pandillas salvadoreñas, en este caso, la MS-13 y sus compinches que están fuera de las prisiones.

La conversación telefónica pone de manifiesto que las maras salvadoreñas disponen de poca autonomía, pues muchas clicas (grupos) reciben directrices de mafiosos residentes en Estados Unidos, tal como lo refleja la participación en la conferencia del Scarface, a quien El Cobra atribuye una posición jerárquica superior a la de él. (Lea mañana: “Tengo a todos los Estados Unidos a mis espaldas”).

La teleconferencia demuestra la fluidez y la facilidad con la que los cabecillas pandilleros ordenan asesinatos desde las cárceles salvadoreñas y, sobre todo, lo vulnerable que sigue siendo el sistema penitenciario en el país, pues El Cobra admite que en el penal de Ciudad Barrios andan con el teléfono en la mano, a diferencia de las prisiones estadounidenses, donde esta práctica está restringida.

La conversación también refleja las purgas y pugnas que hay entre mareros de la MS-13, presos o afincados en algún barrio o colonia.

La teleconferencia duró más de dos horas y fue convocada y dirigida por El Cobra, quien se encuentra preso en el penal de Ciudad Barrios, en San Miguel, por extorsión, misma cárcel donde están recluidos los principales cabecillas de la MS-13 desde marzo de 2012, cuando fueron sacados del Penal de Máxima Seguridad en Zacatecoluca, como parte de la negociación de la llamada tregua entre pandillas.

“Geovany debe morir”

El Cobra enlazó desde su celular al Siniestro, al Inocente y al Fayer, para discutir una pugna entre dos clicas, originada por el asesinato de un marero de la misma pandilla a quien solo identifican como El Pequeño.

Para obtener información de ese homicidio, El Cobra ordenó a sus compinches que localizaran a como diera lugar a los responsables de matar al Pequeño. El cabecilla les dice que antes de morir, El Pequeño le confesó que quienes lo habían golpeado y disparado eran El Peseta, El Chato, Geovany, Ochoa y El Cola.

Con lo dicho por El Pequeño antes de morir, El Cobra dio una siniestra orden: “Yo he pedido que agarren a esos cul… y los torturen para sacarles la verdad. Sáquenles una grabación donde cuenten todo. El finado me mencionó esos apodos y dijo que uno de ellos le había disparado”.

Es entonces cuando El Fayer interviene y le pone queja de que cuando ya habían localizado a Geovany, este huyó porque otro marero apodado El Diablo lo alertó y ya no lo hallaron el día que iban a matarlo.

El Cobra le comenta al Fayer que semanas atrás le ordenó al Flaco Flyper que asesinara a los que mataron al Pequeño, pero que el Flaco Flyper solo les dio un paliza y no cumplió la orden que había sido acordada con los cabecillas recluidos en el penal de Ciudad Barrios.

De acuerdo con lo que comenta el Fayer, semanas después de que se les escapara Geovany supieron que este era miembro de una clica de San Miguel, en la cual no tenía injerencia El Cobra.

Es en esta parte de la conversación donde queda claro que las dos clicas en pugna son la Coronados Locos Salvatruchos (CLS) de San Miguel, y la dirigida por El Cobra, Coronados Littles Saycos Salvatruchos (CLSS) de la zona costera de La Unión.

El Cobra les detalla a sus subordinados que él y toda su familia han sido amenazados de muerte si continúan las pugnas entre las referidas clicas.

Convocatoria a mitin

Las preocupaciones del Siniestro, Inocente y Fayer surgieron cuando fueron convocados por otros cabecillas para que asistieran a un mitin en San Miguel para que explicaran lo de las rencillas.

El Fayer era el más preocupado, pues creía que los cabecillas los cuestionarían sobre las acusaciones contra Geovany y tenía miedo de no poder explicarles el problema.

“Hey, Cobra, ¿qué ondas? Estamos esperando el llamado de los homeboys (mareros) ¿Qué ondas? Esperamos órdenes para ser claros en la reunión. Cuando estemos reunidos te vamos a llamar para que vos les expliques cómo está la onda ¿O qué has pensado?”, le preguntó el Fayer.

Este marero le exponía al Cobra que los otros compinches le pedirían pruebas sobre las acusaciones contra Geovany y otros mareros, y que tenía miedo de que el mitin terminara en asesinatos.

El Cobra le respondió al Fayer que desconoce algunas cosas que han ocurrido, ya que tiene varios meses de estar preso, pero le reitera que con la palabra que le dieron los cabecillas presos en Ciudad Barrios basta.

“Ustedes les van a decir a los otros homeboys que yo ya hablé con toda la ranfla (cabecilla nacionales) y con todos los cabecillas del programa”, instruyó el preso. Pero el Fayer y los otros no se escuchan, en la grabación, seguros de que solo la palabra del Cobra baste y siguen cuestionándolo.

“Vos sabes, perro, cómo funciona la cosa en la mara. Los locos nos van a cuestionar y nosotros debemos saber hablarles. A mí me dejaron semi muerta a mi carnala (hermana) y esa onda así quedó”.

Al Fayer también le preocupaba tener que aclarar una discusión que tuvo con otro marero durante una borrachera.

La insistencia del Fayer incomoda al Cobra. “Mirá, Fayer, con todo respeto, tu hermana no es nadie… lo importante es la vida de mis homeboys”, dice el recluso.

Cobra promete venganza

El Cobra amenaza a los mareros de la otra clica y promete que cuando salga de la cárcel matará a todos los que asesinaron a su compinche, El Pequeño.

“Yo sí me voy a vengar, voy a matar a todos esos cul…; todas las clicas andan matando… pero andan enterrando a la gente. Nadie mira. Marca no descubierta no es marca. Así como está el barrio sean inteligentes”, les reclama.

Los principales cabecillas de las maras han expresado públicamente que ya no comenten asesinatos debido a la tregua, pero las palabras del Cobra reflejan lo contrario.

Este cabecilla deja entrever que muchos de los cadáveres localizados enterrados o personas que están desaparecidas son sus víctimas.

Estar preso no impide al Cobra saber en qué prisión están otros mareros de la MS-13. De algunos sabe hasta quién o quiénes lo llegan a visitar. Eso lo prueba la llamada.

Conexiones con reos en todas las cárceles

El Cobra es un marero que confiesa tener conexiones con los principales cabecillas de la Mara Salvatrucha que están presos en todos los penales del país.

En la llamada confirma que está preso desde hace varios meses en Ciudad Barrios, que tiene más de 20 años de pertenecer a la Mara Salvatrucha y que es fundador de clicas del departamento de La Unión.

Ante los cuestionamientos de los mareros, sobre las explicaciones que deberán dar en el mitin al que han sido citados, el recluso que se ha comunicado con muchos cabecillas en las cárceles -entre ellos El Little Silent, preso en el penal de Chalatenango; el Garra, preso en la cárcel de Tonacatepeque, y otros más-, advirtió: “Yo les he explicado a la ranfla (cúpula de una pandilla) cómo está la cosa allá afuera. A mí me van a matar por mi barrio, pero a esos cul… les demostraré que a mis homeboys se respetan”.

“Deben estar todos organizados”

Ante las diferencias de las clicas y la falta de coordinación, El Cobra pide a sus “soldados” que deben estar comunicados, sobre todo con los que recién ingresan a la mara.

“Todos tienen que estar en la misma página. A los nuevos vayan explicándoles cómo esta la situación en la clica. Yo a nadie voy a hacer lanzado (entregarlo). Primero Dios ya voy a salir de acá y voy a aclarar las cosas”, les dice El Cobra, a la vez que los insta a defender su territorio, incluso a costa de su propia vida.

“Debemos estar comunicados y saber quién entra a nuestra clica, si no, cualquier día vamos a andar de la mano con un cul… de esos y no vamos a saber quién es”, dice.

La conferencia telefónica evidencia que quienes participan en ella están en diversos puntos de El Salvador.

Por ejemplo, El Inocente dice que ya no vive en San Miguel, sino en San Salvador y que se comunica a diario con un marero apodado El Conejo de la clica Centrales Locos Salvatruchos, que opera en el Mercado Central capitalino.

El marero les dice que en el centro de San Salvador ha visto al Chejazo, un homeboy que pertenece a la clica Webster, y que para asistir al mitin tendrá que viajar de San Salvador a San Miguel.

Entre tanto, El Siniestro pide que las convocatorias a los mítines se las hagan con tiempo, pues vive en la playa El Tamarindo y que sale todas las noches a pescar y que a veces tiene que ir a los mítines desvelado. Otros expresan que viven en Las Tunas y en el sector conocido como Loma Larga, siempre en La Unión, que son pescadores que a veces no pueden ir a las reuniones porque están desvelados.

Ante las quejas sobre las repentinas convocatorias, El Cobra les promete que hablará con “La Tayni” para que ella les avise dos días antes.

“Ustedes hablen con respeto y comenten en el mitin que por favor les avisen dos días antes de las reuniones. Aclárenles que muchos se deben de mover de lejos y otros están desvelados porque se van a pescar toda la noche”, les exhorta El Cobra.

Una vez que les ha aclarado sobre el asesinato del Pequeño y dado la orden de matar a Geovany, le da un giro a la conversación para tratar el tema de su liderazgo: habla del respaldo que tiene de pandilleros de Estados Unidos, entre estos El Magic y El Scarface.