SAN SALVADOR. Diferentes autores sociales involucrados en la industria de la construcción de viviendas, participaron ayer en un foro, en el que se busca coincidir en una política de Estado para el desarrollo urbanístico del país, que trascienda los cinco años de gobierno.
El país presenta un déficit habitacional de unas 45 mil viviendas y 360 mil más que están en mal estado y hay que mejorar, afirmó el viceministro de Vivienda, Tomás Chévez.
El propósito es buscarle una solución a los embates del cambio climático que cada vez golpea a los sectores más vulnerables.
“No es un tema desconocido, es un problema que está afectando mundialmente, el caso de México es un ejemplo. Si bien El Salvador es uno de los países más pequeños, no puede quedarse sin hacer nada, sino buscar herramientas que faciliten o mitiguen los efectos climáticos en beneficio de la población de los más necesitados”, dijo Chévez.
Con la política nacional de vivienda, los diversos sectores involucrados se proponen encontrarle el verdadero uso del suelo; es decir seleccionar las áreas residenciales más seguras, la manera en que deben construirse y el financiamiento de las mismas.
Esto será adelantarse a catástrofes como inundaciones y otros fenómenos que causan mucho dolor a las familias humildes. Además proponer proyectos y viviendas más dignas y seguras.
“Involucra a todos los sectores; empresa privada, gobierno, instituciones financieras públicas y privadas, las ONG, instituciones especializadas en el habitat, que permita ofrecer a los futuros gobiernos, un producto de calidad, que tenga en su contenido el sentir de todos los sectores y que sirva de herramienta para mitigar los efectos del cambio climático”, subrayó el viceministro.
Con la política de vivienda se podrá saber en qué tipo de suelo se va a construir, si es en altura porque ya no hay espacio físico suficiente, falta de requisitos claros de las obras de mitigación de los proyectos que deben tener de forma terminada.