Por las declaraciones del ministro de la Defensa, David Munguía Payés, de que El Salvador no podría contrarrestar la fuerza militar de Honduras en un eventual conflicto armado por la posesión de la isla Conejo, en el Golfo de Fonseca, el jefe de fracción de Gana, Walter Guzmán, explicó ayer que considerarán interpelar a Munguía Payés.
El funcionario expresó el martes pasado que sería difícil convencer a Honduras de no atacar al país, y que ante esto El Salvador estaría en una grave desventaja militar si fuera el caso de un ataque aéreo.
Según Munguía Payés, Honduras tiene la capacidad “de incursionar en El Salvador y en 40 minutos destruir presas, objetivos estratégicos y atrasar el desarrollo 20 años”, afirmó.
Por esta razón Guzmán dice que Munguía Payés debe ser interpelado. “Nosotros lo que hemos pedido de acuerdo a sus declaraciones es analizar palabra por palabra de lo que él dijo, lo que si estamos seguros que fue una metida de pata grande, y estamos estudiando si da lugar para una interpelación y si existen los apoyos políticos para que se lleve a cabo eso, se hará, ya los jurídicos nuestros están viendo el caso y de allí depende todo”, afirmó.
Añadió que han pedido la versión taquigráfica y también las grabaciones que se tuvieron de Munguía Payés, y determinar si dan lugar a realizarse un antejuicio.
“Creemos que es una metida de pata gravísima, no puede uno dar a conocer las debilidades a otro país que quiera tomar a la fuerza la isla Conejo, decir que (Honduras) tiene superioridad en arsenal bélico, en aviones, es peligroso, no debió decir eso, se debe defender hasta con garras y uñas si es necesario, por eso creemos que fue una metida de pata grande”, lamentó Guzmán.
Pero no solo Munguía Payés descalificó el potencial militar de El Salvador, el presidente Mauricio Funes lo secundó el miércoles tras un acto público en Chalatenango.
“Tiene razón el general Munguía Payés cuando dice, si en el más remoto caso -que no es ese el caso-, pero si en el más remoto caso Honduras se le ocurriera elevar aviones, nuestra fuerza aérea no podría hacerle frente porque no tenemos aviones más que los que nos donó hace más de 50 años el gobierno de los Estados Unidos y que en su mayoría están en tierra”, aseveró.
Mientras que en Honduras la canciller de ese país, Mireya Agüero, dijo ayer que la soberanía de la isla Conejo, reclamada por El Salvador, es un tema “juzgado” por la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
“Ambos países comparecieron de manera conjunta” a la CIJ, que el 11 de septiembre de 1992 dio a Honduras la soberanía sobre la mayoría de territorios en disputa, pero la posesión de la isla Conejo es reclamada por El Salvador, lo que los hondureños rechazan, indicó Agüero.
En declaraciones a la Radio HRN de Tegucigalpa, la funcionaria comentó que el Ministerio hondureño de Relaciones Exteriores se mantiene “pendiente de cómo evoluciona” el conflicto para continuar “insistiendo en la ejecución de la sentencia” de La Haya.
Las declaraciones de la canciller hondureña se producen un día después que Funes dijera que las conversaciones para solucionar el impasse “no han avanzado”.
También indicó la semana pasada que si hay necesidad de recurrir a una instancia internacional como la Corte Internacional de La Haya o al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo harán.
Agüero subrayó que El Salvador tendría que hacer una nueva demanda. A su criterio, ya hubo un juicio, por lo que hablar de una nueva sentencia no tendría sentido, dijo.
Agregó que para Honduras “lo importante es que se ejecute la sentencia” de la Corte de La Haya, y que los gobiernos de Honduras, El Salvador y Nicaragua, se “pongan a trabajar” para que el golfo de Fonseca se desarrolle como una zona trinacional.