ORIENTE. Rosa Romero reside en caserío Hacienda Nueva del cantón Chilanguera, en Chirilagua y, aunque más de 50 kilómetros separan su vivienda de la de Antonio Chávez, habitante de cantón El Carreto en las faldas del volcán Chaparrastique, el temor a ser víctimas de repuntas o correntadas generadas por las lluvias es el mismo.
En el caso de Romero, su vivienda fue una de las tres que resultaron anegadas la noche del miércoles, luego que el río Chilanguera se desbordó.
La repunta les recordó los destrozos causados por el huracán Mitch en 1998, cuando borró por completo el caserío.
En la zona del volcán Chaparrastique, los residentes de al menos tres caseríos y cantones temían que hubiese deslizamientos de tierra o que bajaran correntadas de lodo.
El temor de quienes habitan en las faldas del volcán se debe a que meses atrás se registraron correntadas de lodo que amenazaron con destruir comunidades completas.
Evaristo Romero, gobernador de San Miguel, confirmó que en la zona del volcán no se registraban problemas, al menos hasta ayer por la tarde.
Mientras que en Usulután, Jacobo Handal, gobernador del departamento, reportó pequeños derrumbes en la carretera que desde la vía Litoral conduce a Jucuarán y la desaparición de una persona en el municipio de Berlín.
Igual en El Carmen, La Unión, donde un trabajador había desaparecido la noche del miércoles mientras pescaba en la laguna de Olomega.
Su cuerpo fue encontrado ayer en el espejo de agua.