La niña que puso en jaque a todo el sistema judicial

Acusó a dos menores de haberla violado, pero científicamente con pruebas ADN no fue posible demostrarlo y por eso la Cámara los dejó libres

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El caso se produjo en Ciudad Arce, departamento de La Libertad. Foto EDH / Archivo

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2013-09-07 7:00:00

Un joven fue condenado a 10 años de prisión en 2010, tras haber sido hallado culpable de una violación en una adolescente, quien producto de ese ultraje, supuestamente, quedó embarazada.

La sentencia fue emitida por el Juzgado Segundo de Menores de la ciudad de Santa Tecla.

De acuerdo con la Fiscalía General de la República, en una primera ocasión y luego de la captura del supuesto hechor, las autoridades ordenaron realizarle una prueba de ADN al sospechoso y al bebé para buscar coincidencia, pero esta resultó negativa.

Sin embargo, la ultrajada mantuvo que el detenido era uno de los dos que la habían violado. Luego el tribunal ordenó que el imputado fuera reconocido por la víctima en rueda de reos para reafirmar la acusación contra el procesado.

Esta medida consistió en poner a cinco personas casi de la misma edad y al acusado entre ellos, para que la adolescente lo identificara.

La joven no dudó en señalar que el detenido era uno de los que la violó.

Como segunda prueba, el tribunal tomó en cuenta la declaración que la joven violada rindió en su condición de víctima y testigo de los hechos durante el juicio que en menores se llama “vista de la causa”.

Con esas dos pruebas, que al parecer eran contundentes, el tribunal halló culpable al muchacho y lo mandó a un centro de menores a cumplir su pena.

La defensa del acusado presentó un recurso de apelación ante la misma Cámara de Menores, pero ésta al resolver confirmó la resolución del Juzgado Segundo de Menores, confirmando la pena de 10 años.

Parecía que la esperanza para el imputado se desvanecía. Hasta hace unos días, el muchacho llevaba dos años en la cárcel, cumpliendo una condena por un delito, que según él y sus familiares, nunca cometió.

Para no correr con la misma suerte, el otro joven que era involucrado en el ilícito decidió darse a la fuga durante estos dos años, pese a que sobre él no había orden de captura, de acuerdo con la Fiscalía General.

En el caso del joven condenado, su defensor recurrió nuevamente a la Cámara de Menores, esta vez para presentar un recurso de revisión del proceso judicial, con la esperanza de buscar una apelación a la condena.

Aunque no está claramente establecido lo que el defensor se proponía con la diligencia, se intuye que era mostrar al tribunal superior los errores procesales que se cometieron y que terminaron supuestamente con una condena injusta contra el adolescente.

Además, solicitó a la Cámara que al joven que se encontraba huyendo se le realizara una prueba de ADN y se comparara con el niño que había surgido supuestamente producto de la violación.

También solicitó que la víctima lo reconociera en rueda de personas.

Los magistrados, luego de realizar un minucioso análisis del caso, ordenaron que se practicara la prueba y el reconocimiento en rueda de personas del segundo implicado en la violación.

El examen de ADN que el Instituto de Medicina Legal le practicó al joven que había huido también dio como resultado que el bebé de la víctima no tenía ningún parentesco con él. La prueba resultó negativa. Sin embargo, la víctima identificó al joven que había permanecido en fuga como el otro de los que supuestamente la había violado.

El resultado cambió el panorama de todo el proceso y de los argumentos que llevaron a la cárcel por casi dos años al joven.

Los magistrados pusieron por encima de otras pruebas, los resultados del examen científico y anularon la sentencia condenatoria. Ordenaron la libertad del prisionero y absolvieron al otro joven implicado.

Hasta aquí, todo parecía indicar que la víctima mintió al señalar a dos jóvenes de ser los responsables de su embarazo. Se desconoce si lo hizo bajo presión del verdadero padre del bebé o por temor a represalias de sus padres.

La fiscal del caso manifestó que como no se investiga más allá de los hechos denunciados, se desconoce la vida personal e íntima de la ofendida.

Agregó que en estas circunstancias podría haber sucedido que días antes o después de la violación fue embarazada por su pareja.

No obstante, esa situación no descarta que los acusados hayan abusado de la joven, pero no quedó evidencia de ello, según se desprende de los resultados de la prueba de ADN practicada a ambos.

En todo caso, la víctima es la que tendría que aclarar si burló o utilizó el sistema de administración de justicia a su favor, argumentó la fiscal.

Entre tanto, los jóvenes acusados podrían eventualmente acusar a la ofendida de falso testimonio, al haberlos acusado sin tener prueba científica como el examen de ADN.

¿Como ocurrieron los hechos?

Según la jefe de la unidad del Menor y la Mujer de la Fiscalía, Marlene Recinos, el caso comenzó como que hubiera sido cometido por un adulto contra la menor.

“La adolescente denunció un delito de violación en donde involucraba a dos sujetos que habían cometido el ilícito en contra de su persona”, dijo Recinos.

El hecho se registró en 2010 en Ciudad Arce, La Libertad, cuando la víctima regresaba de estudiar. En ese momento, dos hombres la abordaron, la subieron por la fuerza a una mototaxi, la llevaron a una casa abandonada y procedieron a abusar de ella sexualmente.

“Ella da las características y alias de los sujetos que la abusaron”, explicó la fiscal. Con esa información se capturó a uno de los sospechosos, identificado como José Benjamín para quien se decretó detención provisional (administrativa) en el conocimiento que era mayor de edad, dijo la fiscal.

El otro involucrado solo se identificó como Jonathan.

“Como no estaba individualizado en los hechos, no se dictó ninguna resolución para detenerlo (privarlo de libertad)”, subrayó.

En el caso de José Benjamín, este fue acusado en el Juzgado de Paz de Ciudad Arce, pero al presentarse la certificación de la partida de nacimiento se determinó que era menor de edad y debía ser procesado como tal.

“La jueza de Ciudad Arce se declaró incompetente y remite el caso al Juzgado Segundo de Menores de Santa Tecla”, dijo Recinos.

La Fiscalía General aclaró que la víctima no establecía que José Benjamín era el padre de su hijo, si no que era uno de los dos que abusó de ella aquel día.

Con el reconocimiento del imputado en una rueda de personas por parte de la víctima, y su testimonio, la jueza de Menores condenó a José Benjamín a 10 años de cárcel.

De ahí vinieron las dos apelaciones de los defensores ante la Cámara de Menores de San Salvador. La primera fue rechazada, pero en la segunda (recurso de revisión), los magistrados revirtieron la decisión anterior y le dieron la razón a los defensores.

La jueza de Menores que impuso la sentencia, vía comunicaciones del Centro Judicial de San Salvador, dijo que estaba en desacuerdo con la última resolución de la Cámara que dejó libre a José Benjamín y a Jonathan.

Además mandó a decir que la Ley le imposibilitaba referirse al tema.

Un equipo de El Diario de Hoy intentó contactar con el abogado defensor que acudió a la Cámara de Menores para conocer la petición y los argumentos de la misma, pero tampoco fue posible ubicarlo para que opinara.

Lo mismo sucedió con la ubicación de los dos jóvenes afectados que no fue posible localizar para conocer si contra demandarán a la joven que los acusó de violación y que la misma no fue comprobada científicamente.