Desde la cárcel hacían contactos y dirigían tráfico de droga

Según la Fiscalía, Pozo Aparicio y dos colombianos, convictos por asesinato y narcotráfico, hacían coordinaciones desde la cárcel con colombianos y panameños

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Desde la cárcel hacían contactos y dirigían tráfico de droga

Por David Marroquín Jorge Beltrán Luna sucesos@eldiariodehoy.com

2013-09-13 7:00:00

Miguel Ángel Pozo Aparicio y dos colombianos más condenados por tráfico de drogas coordinaban desde el centro penal de Mariona, donde están recluidos, los contactos o envíos de drogas desde Colombia o Panamá, informó ayer la Fiscalía General.

El Fiscal General, Luis Martínez, dijo que Pozo Aparicio continuaba delinquiendo desde el penal donde se encuentra recluido, descontando una condena de 30 años por el asesinato de siete personas, entre ellas cuatro niños en la colonia Valle Nuevo, en Ilopango, en 1996.

“Pozo Aparicio está bastante involucrado en el cártel de Texis. Él dirigía desde las cárceles (tráfico de drogas)”, dijo Martínez, sin entrar en detalles.

De acuerdo con fuentes de la Fiscalía y la Policía, la intervención de comunicaciones fue fundamental en la captura de una veintena de personas sospechosas de pertenecer a una supuesta estructura dedicada al tráfico de drogas desde Colombia y Panamá hasta México o Estados Unidos.

El 15 de mayo anterior, El Diario de Hoy publicó un reportaje sobre la disponibilidad que tenían reos salvadoreños dentro de los penales para acceder a Facebook y otras redes sociales a través de teléfonos BlackBerry o smartphone.

Entre esos convictos estaba Pozo Aparicio, cuya cuenta tenía abundantes fotografías de él y de comunicaciones entabladas con personas en Panamá.

De acuerdo con las investigaciones, además de Pozo Aparicio, la estructura capturada el pasado jueves estaba ligada con dos colombianos que están condenados en El Salvador por tráfico de drogas.

Pedro Miller Fernández y Edgar Góngora Cuero fueron capturados en 2007 luego de que las autoridades antidrogas encontraran abandonada una lancha colombiana en Puerto Caballos, en el municipio de Jiquilisco, departamento de Usulután.

Estos dos colombianos presuntamente hacían lo mismo que Pozo Aparicio: establecer los contactos para concretar las transacciones de drogas en Sudamérica. Eso es lo que consta en las investigaciones fiscales.

Pozo Aparicio y los dos colombianos fueron notificados el jueves anterior de los nuevos delitos por los que serán procesados.

Parte de esas relaciones negociaciones era la droga decomisada a Salvador Aparicio Ávila, capturado en enero de 2009 por la Policía de Control de Drogas (PCD) de Costa Rica con más de 15 kilogramos de cocaína que traía oculta en un vehículo con placas salvadoreñas.

Fuentes policiales indican que el exvicepresidente del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA), Arturo Magaña Acosta, y Hernán Alberto Ruiz Doratt, propietario de la hacienda El Sunza, presuntamente viajaban constantemente a Panamá con ingentes cantidades de dinero.

La entrada de los Ruiz Doratt al negocio

Las fuentes policiales afirman que los hermanos Alexander Edwar y Hernán Alberto Ruiz Doratt supuestamente se metieron de lleno al negocio, cuando Roberto Antonio Herrera Hernández, (Burro) se vio mencionado en reportajes periodísticos como uno de los traficantes de droga en el occidente salvadoreño, la cual era recibida desde Chalatenango.

El 10 de enero de 2010, El Diario de Hoy publicó un reportaje (http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=6358&idArt=4410659) en el que puso en evidencia cómo la droga procedente de Honduras, entraba por Chalatenango hasta llegar San Salvador y el occidente salvadoreño.

Desde entonces, El Burro decidió bajar el perfil en el tráfico de drogas y supuestamente se dedicó al hurto y robo de vehículos que luego eran vendidos en Guatemala, dijeron las fuentes.

De acuerdo con la Policía, Herrera Hernández continuaba manteniendo los nexos con los Ruiz Doratt así como con José Arturo Silva Sandoval, un guatemalteco parte del cártel de Los Temerarios, que opera mayormente en Jutiapa, Guatemala, de donde es oriundo.

Según las investigaciones, Los Ruiz Doratt lograron amarrar relaciones con Los Temerarios precisamente por los vínculos añejos que habían creado con Herrera Hernández, Horacio Ríos (ex diputado con órdenes de captura por tráfico de drogas) y Gustavo Alberto Contreras Figueroa, quien según la PNC es el hombre de confianza de Ríos.

De acuerdo con las fuentes policiales, entre los hermanos Ruiz Doratt, el guatemalteco Silva Sandoval y el Burro Herrera había algo más en común.

Los tres tenían como fachada dedicarse al rubro de la ganadería y a la producción de lácteos. En la hacienda El Sunza, de los Ruiz Doratt, las autoridades decomisaron aproximadamente 60 vacas lecheras.

Estructura abastecía de cocaína a varias clicas

De acuerdo con fuentes policiales vinculadas a la investigación, la estructura de los capturados el jueves anterior era quien abastecía de drogas a varias clicas de la mara Salvatrucha en Santa Ana, San Salvador y La Unión.

El enlace entre los cabecillas de la estructura (José Arturo Magaña Acosta, Alex Edwar Ruiz Doratt, Roberto Antonio Herrera Hernández, el Burro, según la Policía) y los cabecillas de la MS era Néstor Stanley Chacón León.

Entre los puntos fuertes de distribución local de droga estaban Santa Ana, Sonsonate. La Unión y La Paz, según indican las fuentes.

La Hollywood Locos Salvatruchos (HLS) y la Fulton Locos Salvatruchos (FLS) son dos de las estructuras de la MS con las cuales transaban drogas, afirman las fuentes.

El jueves por la noche, según un jefe policial, fue capturado en Santiago Nonualco, departamento de La Paz, Camilo Roberto Menéndez Guerra, a quien señalan de ser uno de los pandilleros a quien la estructura le vendía cocaína.

En el oriente salvadoreño, las autoridades señalan a Fernel Antonio Torres Granados, un miembro de la MS, quien le compraba droga a la estructura de Santa Ana para luego venderla al menudeo en varios lugares del departamento de La Unión.

Fernel es originario del cantón Llano de los Patos, del municipio de Conchagua y fue capturado el pasado jueves.

Las autoridades indican que este sospechoso vivió en Estados Unidos pero fue deportado luego de cumplir una sentencia en Estados Unidos.

En Santa Ana, entre tanto, la estructura comercializaba droga en no menos de 12 centros nocturnos, algunos de los cuales fueron registrados el jueves en la madrugada.

Varios de esos centros nocturnos era propiedad de algunos de los 18 capturados el jueves anterior.