Comerciantes desesperados por extorsiones en barrio San Jacinto

Mareros de la colonia América amenazan a dueños de pequeños negocios con asesinarlos sino les dan dinero.

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El comercio en el barrio San Jacinto no ha dejado de ser uno de los blancos de las extorsiones que exigen las pandillas.

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2013-09-21 7:00:00

Comerciantes y dueños de pequeños negocios de la colonia América en el barrio San Jacinto, San Salvador, se encuentran desesperados debido al incremento de las extorsiones que hacen un grupo de pandilleros que se han llegado a tomar los condominios Altos de América, denunciaron algunos de los afectados.

Aseguraron que en los últimos meses se han acercado menores pandilleros con celulares en mano y se lo entregan a los propietarios de los negocios, a quienes les dicen que les habla uno de sus compañeros que se encuentran en la cárcel, quienes les imponen la cifra de dinero que deben de aportar cada semana o de lo contrario se atienen a que sean asesinados o a sus familias.

Uno de los afectados aseguró que un menor de 14 años llegó a su oficina, pero el encargado llamó al 911 para denunciar la extorsión, el pandillero se retiró hacia los condominios antes mencionados.

Pese haber llamado a la Policía para denunciar el hecho, ninguna patrulla policial acudió al llamado del ciudadano, según denunció.

Hace aproximadamente cuatro meses, el propietario de un negocio del sector resultó herido de bala tras ser atacado por pandilleros, ya que días antes se había negado a estarles pagando las extorsiones. Esta víctima tuvo que cerrar el establecimiento por temor a que lo volvieran a atacarlo a él o al negocio.

La mayoría de los pequeños negocios, pupuserías, comedores, talleres y tiendas, entre otros, están siendo extorsionados, aseguraron algunos denunciantes.

Explicaron que en la entrada de los condominios permanecen dos hombres que se presume son pandilleros y ellos se hacen pasar como vigilantes.

A las personas trabajadoras que residen en los referidos condominios les cobran hasta dos dólares mensuales por residir en ese lugar. Los pandilleros que se refugian en ese lugar ocupan un apartamento que está al final del condominio para reunirse y planear sus fechorías.

Lo que les llama la atención a los residentes del sector es que han visto llegar a dos policías uniformados que entran con frecuencia a los condominios, sin aparente justificación, cuando a varios de sus compañeros se les ha vetado el ingreso o se tardan en abrirles el portón para que puedan ingresar a atender alguna denuncia que hayan recibido del lugar.

Es tanta la intimidación que ejercen los pandilleros en la zona al grado de que recientemente, uno de los taxistas que hacen meta en el sector lo metieron a la fuerza al condominio y hasta que sus compañeros taxistas recogieron una cierta cantidad de dinero, cifra que dijeron desconocer, y se la entregaron a los pandilleros, estos lo dejaron libre.

A la propietaria de un comedor que funcionaba en el lugar, la amenazaron con matarla si no se iba del lugar. La razón, resulta que unos policías que tenían un retén vehicular se fueron a refugiar al comedor para pasar la lluvia, al día siguiente la llegaron a amenazar y ella no tuvo otra opción que cerrar e irse, denunciaron.