“Hay necesidad de comprar con tal de no parar el tratamiento”

La familia de José Mario lidia con el pesar de ver a su hijo enfermo y los gastos por la falta de medicina en el hospital.

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Hay necesidad de comprar con tal de no parar el tratamiento

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2013-08-20 8:00:00

A sus 22 años de edad José Mario Gómez Huezo lucha contra la leucemia linfoblástica desde mayo pasado cuando le fue diagnosticada.

“Me di cuenta a causa de unos estudios de sangre que me hicieron en unos laboratorios privados. Del laboratorio tuve una referencia para el hospital Rosales y de una vez tuve ingreso”, expresó el joven, quien es originario del municipio de Santa Ana.

Cuando José Mario se enteró de que tenía esta variante de leucemia estudiaba el segundo año de Contaduría Pública, un reto que ha tenido que posponer debido a sus tratamientos periódicos de quimioterapia en el hospital de primer nivel.

“Tengo ingresos parciales (al hospital). En esos ingresos me hacen estudios de sangre, de médula y me aplican quimioterapia. Hoy estoy ingresado por quimioterapia. He estado aquí siete días y mañana me voy de alta”, comentó.

El ciclo de quimioterapia anterior a sus padres les tocó comprar un medicamento que se llama Ciclofosfamida.

“Costaba casi $20 cada frasco. Hubo que comprar seis frascos, así que en total se gastó como 120 dólares. Esta vez, hace poco, me tocó comprar Citarabina de 500 miligramos. Fueron 24 frascos a $36.25 cada uno. Me salió un total de $870”, narró el estudiante universitario.

Él sabe que sin el esfuerzo económico de sus padres y de su hermano no podría salir adelante en este momento, sobre todo ante el alto costo que su tratamiento implica. Además de lo que tienen que invertir en transporte para trasladarse hasta la capital.

“Hay necesidad de comprar con tal de no parar el tratamiento, porque nos dijeron que iban a ser semanas las que se podían tardar para que viniera la medicina y no me podían retener (el tratamiento) por mucho tiempo por la forma como avanza la enfermedad”, explicó José Mario.

El estudiante dice que ha sentido bastante mejoría con respecto a la condición en que llegó al hospital la primera vez. Sin embargo, en cada ciclo de quimioterapia son momentos difíciles. “Al principio me costaba, pero ya los demás (ciclos) el cuerpo reacciona diferente. Me ha respondido bastante bien”, añadió el joven, quien se siente satisfecho con la atención que le brindan los doctores.