LA UNIÓN. El conflicto generado por la autorización de un predio privado para el funcionamiento de una terminal de buses en el municipio de Santa Rosa de Lima, sigue dando de qué hablar.
Esta vez la comuna reaccionó con malestar, luego de que las autoridades del Viceministerio de Transporte (VMT) volvieran a derivar los autobuses hacia la 4a. Avenida Norte, frente a la alcaldía.
El malestar del edil Jorge Rosales es porque el municipio está en medio de las celebraciones patronales y por eso autorizaron de manera provisional varios puestos para ventas en esa calle.
“Ahora con los buses se ha generado una gran trabazón”, dijo el alcalde.
Pero Gaspar Portillo, jefe regional del VMT, argumentó que esa calle es la que se autorizó para la circulación de los autobuses y que en cumplimiento a ese permiso, han vuelto a circular por la arteria.
“Hay un estudio técnico y nos estamos apegando a él, pero es el alcalde el que está interfiriendo en esto, pero ya se le está dando tratamiento”, argumentó Portillo.
Sin embargo, Rosales explicó que esa calle no la usaron los buses durante varios meses porque la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Anda) hizo unas reparaciones y abrió unos boquetes que nunca cerró.
La comuna reparó esa calle hace dos semanas y ahora el VMT está obligando a los transportistas a hacer uso de ella, porque el constante paso de los vehículos pesados deterioró la calle de atrás.
Rosales insiste en que durante los meses que los buses no usaron la 4a. Avenida Norte, los congestionamientos en el centro de la ciudad se redujeron y por eso es que ahora argumentan que no debería de ser usada para el paso de estos automotores.
“Lo hemos visto, no hay mucho congestionamiento si los buses se van por otra zona, pero hay un interés porque pasen justo en el centro de la ciudad para afectar todo el tráfico”, dijo el edil.
Rosales lamenta que con esta acción afecten no solo a los automovilistas sino a todo el comercio del municipio, porque el tráfico es tan pesado que en ocasiones se tardan hasta una hora para recorrer cinco cuadras.
El problema
La comuna negó la autorización de un predio privado para el funcionamiento de la terminal del municipio por dos razones.
La primera es que la alcaldía ya tenía un permiso para edificar una terminal donde hoy está el tiangue y la segunda, porque aseguraron que sacar la terminal y el recorrido de los buses del centro descongestionaría la ciudad.
Ante eso el VMT ofreció un plan de ordenamiento del centro, que aun no inician.
Esto ha obligado a la municipalidad a sacar al Cuerpo de Agentes Municipales (CAM) a las calles para tratar de ordenar el tráfico y evitar que los choferes se estacionen en los sitios que el VMT autorizó como ejes preferenciales.
Para Portillo esta medida obstaculiza los planes del Viceministerio.
Rosales lamenta que el tráfico vehicular vaya a complicarse.
A partir del viernes volvieron a derivar al transporte público frente a la comuna, pero dice que no hay nada que puedan hacer.
Eso se debe a que “siempre hemos buscado dialogar, les hemos pedido que nos ayuden en muchas cosas, pero no son dignos ni siquiera de respondernos las cartas que les enviamos”, dijo el edil.