Víctimas de incendio vendían dulces y agua

Entre los cinco cadáveres fue hallado el de un niño de tres años, junto al cuerpo de su abuelo sexagenario, en las gradas del lugar

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Los escombros fueron removidos a lo largo del pasaje Colombina, en el centro capitalino, para que las autoridades de Medicina Legal pudieran recuperar los cadáveres de las víctimas. Fotos EDH / Mauricio Cáceres

Por Lilibeth Sánchez Claudia Castillo sucesos@eldiariodehoy.com

2013-08-26 7:00:00

A uno lo apodaban “El Colocho”, a su pareja, solo la identificaban como “la esposa”; a un tercer hombre no le conocían ni nombre ni apodo; y de las otras dos víctimas mortales del siniestro solo explicaron que se trataban de Moisés Esaú y de su abuelo José. Los cinco murieron calcinados.

“Yo no los conocía, solo de vista los conocía, pero de nombre no”, indicó José Meléndez, quien tenía siete años de vivir en uno de los cuartos del mesón que fue consumido por la hoguera.

Lo que sí sabían es que eran vendedores: El Colocho y su esposa vendían agua; al parecer, recién el martes pasado habían decidido viajar desde San Miguel y venir a ganarse la vida a la capital.

Moisés Esaú tenía apenas tres años. Lo describieron como “un niño bien lindo” que siempre andaba acompañando a su abuelo, de 67 años, con la venta de dulces. Salían a vender desde tempranas horas de la mañana, dijeron las fuentes.

Los cadáveres del niño y de su sexagenario abuelo fueron recuperados de los escombros de las escaleras que conectaban a la primera y a la segunda planta del local.

Algunos de los vendedores informales que trabajan en la zona se mostraron consternados y lamentaron la muerte del menor y de su abuelo; también se mostraron asombrados al ver calcinados los restos del lugar.

Los cuerpos de la pareja de esposos y del otro hombre quedaron en los cuartos donde dormían.

Sobre la quinta víctima nadie sabe nada, más que habría tenido alrededor de unos 45 años.

Según el inspector Ernesto Bonilla, oficial policial de la Delegación Centro en San Salvador, el siniestro comenzó alrededor de las 11:20 de la noche, el domingo. El lugar en el que ya dormían era bodega, cantina, mesón y taller de zapatería. Estaba situado en la 4a. Calle Poniente y pasaje Colombina, en el centro de San Salvador.

El Cuerpo de Bomberos no ha determinado la causa que originó el fuego, pero vecinos de la zona donde estaba situado el local de usos múltiples dijeron que vieron que en un cuarto había gente que estuvo tomando y fumando.

“Yo siento que si estaban tomando o fumando se les deben haber caído los cigarros o quizás los pusieron por allí encendidos. La gente, cuando está tomando, solo tiran la cabuya (colilla del cigarro)”, opinó Juan Alfaro, dueño del taller de zapatería.

“A mí me dijeron que todo se quemó. Yo he perdido una moto, dos máquinas, calzado de los clientes y zapatos nuevos, un motor de pulir; es que yo todo un taller de zapatería tenía allí”, agregó Alfaro, quien estimó que su pérdida asciende a unos 6 mil dólares.

“Nosotros no vimos cuando comenzó (el fuego); sentimos cuando nos estaba asfixiando el humo. Despertamos y salimos corriendo. Nos extrañó que la puerta donde están los quemados estaba abierta, pero no oímos gritos; vimos un gran llamerío, pero nadie gritaba”, recordó Meléndez por su parte.

El director del Cuerpo de Bomberos, mayor Ábner Hurtado, explicó que el fuego habría comenzado en uno de los cuartos que estaba en la parte de arriba del antiguo local, que estaba hecho de madera.

Tanto el alcohol almacenado en la cantina, la mercadería en la bodega y la madera vieja del lugar facilitaron que las fuertes llamas se propagaran con facilidad, opinó el funcionario.

“En este pasaje hay mucha estructura antigua de madera, lámina, paredes de bahareque… Este incendio pudo haber sido más grande, quizá de una manzana, y se ha evitado que se propagara a otros locales aledaños”, manifestó Hurtado.

Lo que sí descartan tanto Bomberos como la Policía es que el incendio haya sido provocado.

Dado que las personas que se acercaron al lugar de la tragedia no conocían la identidad de las víctimas, las autoridades afirmaron que recurrirán a pruebas de ADN cuando desconocidos acudan al Instituto de Medicina Legal (IML) intentando saber si las víctimas son sus parientes.

De hecho, invitaron a aquellas personas que sospechen que se trata de sus familiares a a que se acerquen al IML.

Para un operativo realizado, por la Policía, en el pasaje Colombina, durante una época navideña, los agentes encontraron varios paquetes ilegales de mercadería pirotécnica, en una especie de bodega clandestina.