Pruebas y testigos incriminan a los Bobadilla en asesinato de Helene

Exnovio de la víctima y su padre insistieron en su inocencia, mientras tía y madrastra callaron

descripción de la imagen
Los imputados evitaron dirigirse la palabra o cruzarse las miradas durante la audiencia realizada ayer. Foto EDH / Mauricio Cáceres.

Por Diana Escalante sucesos@eldiariodehoy.com

2013-08-14 7:00:00

Las pruebas de sangre, los relatos de testigos y las confesiones de dos imputadas son las evidencias más fuertes que presentó ayer la Fiscalía General en el inicio de la audiencia preliminar por el brutal asesinato de la joven universitaria Helene Stefany Arias Moreno.

La víctima fue ultimada el 30 de octubre de 2012 y su cadáver hallado enterrado un día después en el jardín de una casa situada en la residencial Quintas de Gratamira, donde habitaba Andrea Alexandra Bobadilla, tía de José Alejandro Bobadilla, exnovio de Helene Stefany.

Por la muerte de la estudiante de administración de empresas están siendo procesados Andrea Alexandra, su sobrino José Alejandro, así como Claudia Patricia de Bobadilla y Juan José Bobadilla, estos últimos madrastra y padre del exnovio de la víctima.

Durante la diligencia realizada ayer en el Juzgado de Primera Instancia de San Juan Opico, La Libertad, el Ministerio Público ofreció como prueba contra las mujeres los resultados de sangre hallados en una uña postiza clavada en el cadáver de la víctima y el testimonio de dos personas que las vinculan en el hecho.

Según la Fiscalía, los exámenes confirman que la uña pertenecía a Andrea Alexandra. Además informó que el día del asesinato, un testigo protegido observó a Claudia Patricia sacar del vehículo que manejaba un “bulto” que supuestamente era el cadáver de Helene y luego la vio introducirlo a la casa de su cuñada.

La otra persona relató a las autoridades que ese 30 de octubre Andrea Alexandra la mandó a realizar unas diligencias y cuando retornó al inmueble sintió un fuerte olor a lejía, habían hecho limpieza y las dos imputadas estaban recién bañadas.

Sin embargo, lo que más le llamó la atención a la testigo es que el baño estaba cerrado con llave y Andrea Alexandra le prohibió que lo abriera.

Las investigaciones apuntan a que fue en ese lugar donde las mujeres mantuvieron oculto por una noche el cadáver de Helene Stefany y un día después lo sepultaron en una fosa que cavaron en el patio.

Padre: “La mataron por poco dinero”

El padre de Helene Arias se mantuvo sereno ayer durante toda la diligencia en el juzgado al que acudió acompañado de su esposa y un hijo.

Él aseguró que los Bobadilla tenían con su familia una deuda de mil dólares, a la que calificó de “poco significativa” por ser poco dinero.

Para el Ministerio Público este fue el principal móvil por el que las dos mujeres Bobadilla asfixiaron a la estudiante y luego la remataron a martillazos, tras haberla citado en un centro comercial de Antiguo Cuscatlán, donde la citaron con la mentira de que saldarían la deuda.

Para la Fiscalía, Andrea Alexandra y Claudia Patricia fueron las autoras materiales del asesinato.

Sin embargo, considera que José Alejandro y su padre, Juan José, fueron cómplices del hecho. Como prueba presentaron bitácoras de llamadas telefónicas que tuvieron el joven, su tía y su madrastra “antes, durante y después del asesinato de Helen”, aseguró la fiscal del caso.

Además lo acusan de haber ocultado información a las autoridades tras la desaparición de la universitaria porque, según se informó, José Alejandro sabía que ella se reuniría con su tía y madrastra.

Mientras que los fiscales presentaron documentos que indican que el suegro de Helene Stefany trabajó como gerente de una compañía internacional y recibía un salario de unos $4,000 mensuales, lo que le permitía a la familia Bobadilla vivir cómodamente.

De acuerdo con las investigaciones, el hombre dejó de laborar en la firma y recibió una indemnización que rondó los $60 mil, pero cuando se acabó el dinero hizo préstamos que luego no había podido saldar.

Según el Ministerio Público, el dinero que la familia Arias le prestó fue depositado en una cuenta bancaria a la que solo él tenía acceso.

Los abogados defensores de padre e hijo sostuvieron que las pruebas presentadas en contra de ellos no son concluyentes, por lo que pidieron al juez la absolución provisional mientras sigue el proceso.