Padre Florindo Rossi deja legado de amor al prójimo y trabajo en equipo

Falleció el pasado miércoles 24 en Sondrio, Italia, tras quebrantos de salud

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El padre Florindo Rossi (izquierda) disfrutaba de compartir con los jóvenes y hacerlos partícipes de las actividades religiosas y de su gran amor a la Virgen María.foto edh / archivo

Por Mauricio Guevara Nidia Hernández comunidades@eldiariodehoy.com

2013-07-26 7:00:00

“Solo pensar en él es pensar en un hombre amable, humilde y que no distinguía ni a ricos ni a pobres, ya que a todo mundo lo trataba igual”, así recuerda el director del Boletín Salesiano, padre Heriberto Herrera al padre Florindo Rossi.

Rossi, sacerdote salesiano, falleció el pasado miércoles en Sondrio, Italia.

Llegó al país en 1956 cuando tenía 19 años, para continuar con sus estudios sacerdotales en Don Rúa, cuando el lugar era un seminario.

“Fue allí donde lo conocí y nos hicimos amigos. Convivimos mucho y también estudiamos en Guatemala. Lo recuerdo con mucho cariño”, contó Herrera.

Mediante su crecimiento en la fe y su amor a los demás, el padre Rossi se enamoró de la Ciudad de los Niños, de Santa Ana, internado que llegó a albergar más de 475 jovencitos de muy escasos recursos, huérfanos, desplazados por el conflicto bélico y en situación de peligro. Entregó a la Ciudad de los Niños más de 18 años de su vida.

Durante los primeros 15 años, renovó totalmente los ambientes del internado, construyó un centro de capacitación con talleres bien equipados para que los internos pudieran aprender un oficio que les permitiera ganarse honradamente la vida, creó un consistente fondo de becas por el que varios jovencitos han podido ser profesionales en distintas ramas: medicina, ingeniería, jurisprudencia y psicología, entre otras obras.

En un escrito de su amigo, el Padre Settimo Rossoni, quien compartió su amor por la obra en el occidente del país, lo describe con aprecio.

“Conocí al P. Florindo Rossi en el aspirantado salesiano de Chiari , Italia. Cuando entré al aspirantado, él cursaba el primer año de bachillerato. Desde entonces era famoso por su entusiasmo, generosidad y fuerza”, relató Rossoni.

Añadió que siguió su sueño misionero cuando vino a Centro América. Su sentido práctico, facilidad de relacionarse con la gente y gran corazón le permitió dejar huella dondequiera que estuvo: Panamá, Nicaragua, El Salvador y Guatemala.

“Siempre ha estado pendiente de las necesidades de las personas y de las obras, por lo que se ha transformado, como a menudo se define él, en un hijo de Don “Busco”, buscando medios económicos para impulsar grandes proyectos”, aseveró Rossoni.

El párroco de la Catedral de Santa Ana, Padre David Guardado, externó sus condolencias y aseguró que el salesiano ha marcado la vida de muchos.

“Fue un hombre que se entregó a los santanecos. Trabajó muchos años en Ciudad de los Niños, entregado al servicio de la iglesia. Lamentamos su fallecimiento y al mismo tiempo elevamos una plegaria a Dios por su eterno descanso”, dijo Guardado.

El edil de la ciudad, Alfredo Peñate, aseveró que conoció al salesiano y que compartieron ideas sobre las necesidades del municipio.

“Es una pérdida irreparable, tenía asegurado su puesto en el cielo. Es un hombre que formó a muchos jóvenes a su estilo y su forma, pero realmente dio mucho por Santa Ana. Yo fui de los jóvenes que estuvo con él en su momento y pude percibir en él, el entusiasmo”, subrayó el alcalde.

En 2007, Rossi viajó a su ciudad natal, ya que le descubrieron una grave enfermedad. Desde entonces no regresó al país.

Más experiencias

Angelo Orsenigo conoció a padre Rossi en el aspirantado salesiano de San Bernardino en Chiari, Región de la Lombardía Italia. Fue uno de los muchos amigos que atesoró el salesiano.

“Era un muchacho alegre, muy trabajador y responsable. Nos reencontramos nuevamente aquí en San Salvador. Nunca perdió su carácter jovial y alegre que contagiaba a todos”, comentó Orsenigo.

El legado que dejó el padre Florentino Rossi es invaluable, quienes convivieron con él saben que se perdió un ángel que ya está en el paraíso.