Debido a una crisis de hipertensión arterial del diputado de ARENA, Gustavo Escalante, y que lo mantiene en el hospital, se frustró la reunión que el Coena sostendría con él ayer. Jorge Velado y Ernesto Muyshondt, presidente y vicepresidente de Ideología del partido respectivamente, lo visitaron en el hospital donde se recupera.
“Él padece de hipertensión. Lo pasamos a saludar al hospital. Quedamos que cuando saliera él de acá nos vamos a reunir; sin embargo, reafirmó lo que ha dicho, que en ningún momento está renunciando del partido”, dijo Muyshondt.
Añadió que la alcaldesa de Antiguo Cuscatlán y también miembro del Coena, Milagro Navas, los acompañó al hospital para hablar con Escalante.
Velado y Muyshondt regresaron ayer al mediodía de su viaje por EE.UU. junto al candidato presidencial Norman Quijano y su compañero de fórmula, René Portillo Cuadra, después de terminar una gira en la que conversaron con congresistas demócratas y republicanos, el Departamento de Estado y representantes de la comunidad de salvadoreños en Washington.
Escalante manifestó en una carta a la dirigencia tricolor, la cual hizo pública el pasado miércoles, que está descontento por la falta de apertura política dentro del partido, y cansado de “murmuras, amenazas y malos comentarios” en su contra, así como por el poco apoyo partidario a sus bases, entre otros aspectos.
Dice que por esa razón ha decidido desligarse de la “agenda legislativa” del partido tricolor, pero que no piensa en ningún momento abandonar los “ideales” areneros ni renunciar al partido.
Sin embargo, Muyshondt indicó que él mantuvo pláticas con Escalante mucho antes de que el diputado decidiera escribir una carta pública de descontento.
“Yo he estado hablando con él todos los días. La última semana me ha expresado los malestares que él tiene, pero la carta no era la forma. Respeto su opinión, creo que hay varios malestares que él tiene que nos lo ha expresado a nosotros”, afirmó.
Al consultarle si a raíz de la nota de Escalante, el Coena tomaría en cuenta hacer una autoevaluación del actuar de la dirigencia del partido, Muyshondt contestó que en ARENA las evaluaciones se realizan de forma permanente y que no incide una carta como la del diputado Gustavo Escalante.
“Los problemas son cosas que se tienen que ir solucionando de manera permanente, no porque alguien manda una carta. Hay espacio para mejorarlo, estar abiertos a la crítica. Él está en todo su derecho de hacerlo, nosotros en el partido estamos abiertos a críticas y diversidad de opinión”, afirmó.
Es más, según Muyshondt, en la próxima reunión que tengan con Escalante, la cual dijo esperan que sea entre lunes y martes cuando el diputado haya recuperado su salud, la dirigencia de ARENA no está pensando en tomar medidas disciplinarias en contra del legislador.
Caso contrario sucedió con el jefe de la bancada legislativa tricolor, Donato Vaquerano, quien expresó ayer por la mañana que había intentado comunicarse por teléfono celular dos veces con Escalante, pero que este no respondió a sus llamadas.
Vaquerano expresó que por información de otros colegas se había enterado de que Escalante había sufrido una crisis de hipertensión arterial y que estaba hospitalizado.
Añadió que el legislador ha tenido episodios similares de salud en otras ocasiones por los cuales ha debido ser ingresado también, pero dejó entrever que no sabía con certeza si en realidad había enfermado.
Para ayer estaba previsto que Vaquerano junto a Velado y el resto de la dirigencia tricolor escucharan de boca de Escalante las razones del porqué decidió escribir en una carta, que hizo pública, que llevará una “agenda legislativa distinta” a la de ARENA.
Otros diputados de la fracción arenera como Ana Vilma de Escobar y Roberto d’Aubuisson han manifestado que los puntos de vista plasmados en la carta de Escalante deben ser analizados dentro del partido.
Escalante afirmó el jueves antes y después de la plenaria que su carta no es una “renuncia” al partido ARENA.