El sombrero, innovación y estilo para gustos exigentes

La elaboración de este producto no solo requiere de finos materiales y maquinaria para hacerlos a escala industrial, más que eso se necesita de innovación para satisfacer a un amplio mercado

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El sombrero, innovación y estilo para gustos exigentes

Por Texto y fotos: ??scar Mira

2013-05-25 8:00:00

El uso del sombrero es tan antigua como las civilizaciones mismas, y su utilización, antes de mostrar un estatus, fue para protegerse del sol.

Pero más que hablar de sus inicios y toda la historia que lo encierra, su elaboración siempre ha tenido en los artesanos a las personas que han estado innovándolo con cada detalle.

En el país la familia Pichinte ha sido, desde casi un siglo, uno de los referentes en la elaboración de sombreros.

Y no solo en El Salvador, sino en toda la región de Centroamérica, México, y República Dominicana.

Esta empresa fue fundada por el señor Teofilo Pichinte en 1920 en Cojutepeque, departamento de Cuscatlán. Desde entonces ha funcionado en esa ciudad.

Durante muchos años los diversos estilos de sombreros fueron elaborados de forma manual por creativos artesanos de la familia.

Sin embargo, con el paso del tiempo y el avance de la industria; la empresa ha tenido que irse modernizando para responder a la demanda, gustos y exigencia de sus clientes locales y extranjeros.

Paula Díaz es una de las empleadas de industrias Pichinte, y desde hace varios años se ha encargado de hacer el arte para elaborar los diversos estilos de sombreros.

Ella explica que todo comienza en las máquinas tejedoras, que es donde elaboran las cintas que formarán parte del nuevo producto.

El estilo de un sombrero y su acabado depende de la colocación de los carretes, que son los que le irán dando forma.

Los materiales para la elaboración de los sombreros es muy diverso. Unos se hacen con hilo, otros de algas marinas, hasta los que se elaboran con papel torcido, fieltro y pelo de conejo. Este último es importado desde los Estados Unidos.

Sin embargo, algunos sombreros necesitan una laca especial para que los mismo agarren firmeza y sean más duros. Estos necesitan ser expuestos durante un tiempo al sol, dicen los empleados.

Otros sombreros, por su tipo de material, necesitan ser formados en moldes calientes, los cuales son máquinas especiales que le dan forma.

Para sacar toda la producción con su infinidad de estilos y tamaños, la empresa dispone de 15 empleados, cuya principal cualidad no solo es su fuerza de trabajo, sino la creatividad.

Estas personas tienen tanta agilidad adquirida en la práctica diaria, que pueden llegar a elaborar más de 100 sombreros al día, dependiendo de la calidad y su estilo.

Ellos elaboran sombreros para carnavales, fiestas patronales, jaripeos o cualquier otro tipo de celebración que requiera de este producto materializado en los sombreros.

Marcela Pichinte, quien es de las nuevas generaciones de la familia, dice que solo la innovación les permitirá seguir en el mercado.