La tarjeta prepago, un nuevo sistema de cobro en buses, no comenzará a funcionar hasta en junio, cinco meses después de lo establecido en el decreto ejecutivo emitido en octubre de 2012 por el Viceministerio de Transporte, a través de una resolución razonada, autorizado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP).
El artículo 12 del decreto, que explica cómo se implementará el nuevo sistema, enumera las 33 rutas con las que arranca el sistema y que comprenden un total de 750 unidades identificadas como sector I.
Ayer el viceministerio de Transporte (Vmt) dio la orden para iniciar a la instalación de los aparatos, la cual será implementada por la empresa Subes de El Salvador.
Eduardo Villanueva, director de inversiones y negocios de Subes El Salvador, dijo que en esta fase se colocarán las antenas (tubos) donde se instalará el validador y cuando estos estén todos listos colocarán los aparatos en sí.
“En los próximos 40 días tendremos el proceso de instalación de las unidades para que la ciudadanía de Santa Tecla empiece a usar el sistema de prepago”, dijo Villanueva.
Luis Valencia, presidente de la cámara tecleña, indicó que parte de la flota de buses no es compatible con el sistema.
Unas 10 unidades, detalló, están por cumplir 20 años de vida útil y en otras no se puede aplicar el sistema porque son tipo Hiace (microbuses), que poseen una sola puerta.
“Ahí va a depender del empresario; si él quiere entrar al nuevo sistema deberá cambiar la unidad”, dijo Valencia.
El viceministro de Transporte, Nelson García, enfatizó que aquellos transportistas que no se incorporen al nuevo sistema de recaudo de pasaje no podrán operar.
No es obligatorio formar parte de la empresa Sipago, conformada por transportistas para poder aplicar al sistema prepago, dijo el funcionario. Pero sí será obligario integrarse al nuevo método de recaudo de pasajes.
“Se está hablando de que hay un grupo de 26 unidades que todavía no han entrado al sistema”, dijo García. “Ellos deben entender que el sistema de recaudo cambia y lo deben de asumir”.
García aclaró, sin embargo, que los transportistas que no desean formar parte de Sipago, o comprar acciones en esa empresa, pueden ir directamente al Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal) y suscribir el contrato de forma independiente.
Por otro lado, la empresa Subes El Salvador, que realizó una inversión de $30 millones para echar a andar el proyecto, sí será siempre la encargada de implementar el sistema.
“Nosotros no obligamos a nadie (a formar parte de Sipago). El único cambio es que el pago es electrónico”, agregó el titular de esa dependencia de Estado.
Valencia aclaró que la principal diferencia entre formar y no formar parte de Sipago es que los transportistas que no sean accionistas “no recibirán las utilidades que genere la empresa”.
El sistema
Villanueva dijo que el valor de la tarjeta será de $1. A esta se le incorporará un saldo de $0.50 y posteriormente los usuarios podrán recargar el monto que desean.
Las tarjetas podrán ser personalizadas. Es decir, se solicitará la información del pasajero con la idea de que ésta pueda ser bloqueada en caso de extravío. De otro manera, el usuario perderá el saldo que poseía.
Este servicio será opcional, dijo Villanueva.
García reiteró que con el nuevo sistema no se aumentará la tarifa del pasaje al transporte. Por eso los usuarios podrán hacer recargas desde un mínimo de 20 centavos.
Subes El Salvador pretenden iniciar la próxima semana una campaña de divulgación sobre la adquisición y uso de la tarjeta prepago. También dará a conocer los puntos de ventas de la misma.
El director de inversiones y negocios de Subes El Salvador dijo que al país ya llegó un lote de 1,500 validadores y pretenden instalar 60 aparatos simultáneamente.
La empresa Subes de El Salvador fue contratada por Sistema Integrado Prepago (Sipago) conformada por ocho dirigentes transportistas que forman parte de la mesa nacional de transporte.
Los transportistas deberán cancelar a Subes El Salvador el 10.5% de recaudo diario por el manejo del sistema prepago.