En el hospital Rosales, al año se suspende el 20 por ciento de las operaciones programadas, de acuerdo a datos proporcionados por el director de la entidad, Mauricio Ventura.
El cirujano cardiovascular expresó que el motivo no siempre está ligado a la falta de anestésicos, sino a que los médicos llegan tarde, porque dejan mucho tiempo entre una operación y la otra o porque al paciente le faltaban algunas evaluaciones.
“Ese es un problema que a diario le damos seguimiento”, añadió el director.
De acuerdo con Ventura, se ha hecho un comité de sala de operaciones y se ha presentado un plan de trabajo para aumentar la producción.
Ventura dijo que planean hacer una programación escalonada de las cirugías, con horarios de entrada diferentes para el personal.
La idea es que unas enfermeras entren a trabajar en las primeras hora para hacer las cirugías más cortas y otro grupo más tarde, para empezar las operaciones más largas; la hora de salida de este grupo será después de las 3 de la tarde.
El director quiere aumentar la producción de 2.5 a 3 intervenciones por quirófano.