Daños en piso y techos en mercado santaneco

No cuenta con iluminación, lo que facilitó el saqueo de varios negocios a inicio del año Los arrendatarios señalan que no ha habido un mantenimiento correcto en centro de abasto

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fotos edh / cristian díazLa imagen muestra el piso aledaño al área de cocinas, donde se evidencia el mal estado en el que se encuentra. A eso se suma la acumulación del agua por las tuberías colapsadas.

Por Cristian Díaz comunidades@eldiariodehoy.com

2013-03-02 8:00:00

SANTA ANA. Los arrendatarios del mercado Colón lamentaron que a dicho centro de abastos, las autoridades municipales de la actual administración no le hayan dado el mantenimiento debido.

Eso ha generado un grave deterioro en su infraestructura que data de hace 55 años.

Algunos comerciantes expresaron que basta con realizar un pequeño recorrido por sus instalaciones para percatarse de la situación que enfrenta el lugar.

Uno de los arrendatarios, Carlos Rosales, expresó que a la falta de mejoras se suma la poca promoción que hay del centro de abastos para que las personas lleguen a adquirir los productos que ahí se comercializan.

La presencia de miembros de pandillas, los hurtos y robos, fueron factores que también ayudaron a que los compradores optaran por quedarse en las calles. Por ello, los comerciantes son de la opinión que se debe de desarrollar un plan integral que permita realizar obras de mejoramiento y, además, incentivar la llegada de compradores.

Rosales explicó que las ventas han bajado debido a estos factores, aunque no detalló un porcentaje. El mercado fue construido en 1957 y desde entonces no ha recibido un mantenimiento que garantice la seguridad de los mismos vendedores y visitantes, se quejaron los arrendatarios.

Uno de los problemas que más preocupa a las personas es el colapso de las tuberías de aguas lluvias y grises.

En el área de cocina hay charcos porque la tubería está rota. El mal olor debido al agua retenida incomoda a las personas. Además, cuando llueve, de los algunos tragantes comienza a brotar agua.

El año pasado la alcaldía sustituyó el techo de dicha área. Hizo una inversión que sobrepasó los 56 mil dólares. Entre los trabajos también incluyeron mejoras en las canaletas y la pintura del lugar.

Pero para los arrendatarios, esto no es suficiente ya que todo el mercado debe de ser atendido integralmente y “no sólo poniéndole parches”.

Una vendedora del sector de carnes, quien sólo se identificó como Celina por temor a represalias, expresó que tiene 37 años de vender en el centro de abastos. Durante todo ese tiempo dijo que no recuerda que las autoridades municipales le hayan dado un buen mantenimiento al mercado.

“Cuando empieza a llover comienza a mojarse toda la mercadería. Dijeron que iban a reparar el techo; pero sólo parchecitos pusieron”, dijo.

Otro problema que preocupa a los inquilinos es la instalación eléctrica. Los contadores están saturados, lo que podría generar un incendio en el mercado al registrarse algún cortocircuito en algunos de los aparatos.

Los medidores son los que registran la electricidad hacia cada uno de los negocios. Cuando estos cierran, el mercado queda a oscuras porque no tiene iluminación propia.

Varios de los cables que llevaron la energía en algún momento están sin protección y aún tienen electricidad.

En diciembre del 2011, la empresa que suministra la energía en esa plaza recomendó, tras hacer una inspección, que se colocaran estructuras tipo “L” en los locales ya que algunos enlaces tienen rozamiento con las láminas.

También sugirieron que se retiraran acometidas que están fuera de uso y que pueden hacer contacto con las láminas. Nada de esto se realizó, se quejó Carlos Rosales.

La falta de iluminación general facilitó el saqueo, en dos oportunidades, de nueve locales a inicios de este año. Los delincuentes se llevaron mercadería, computadores y dinero en efectivo.

“Realmente este mercado ha estado abandonado por muchos años. Por ello, le hacemos el llamado al alcalde (Alfredo Peñate) para que le ponga manos”, dijo Rosales.

Según sus cálculos, cerca de los 800 locales que alberga el mercado dejan mensualmente a las arcas municipales unos 25,000 dólares en concepto de impuestos.

“Si se dejara una parte de ese dinero para hacer obras, se podría hacer la diferencia”, agregó Rosales.

El inmueble también está sucio de muchas de sus paredes, por lo que los inquilinos demandan que se pinte.

El gerente de servicios municipales, Melvin Granados, reconoció los problemas que enfrenta la infraestructura.

Ofreció que en marzo comenzará la colocación de cerámica, cambio de tuberías de aguas lluvias y grises y la instalación de luminarias. Esto será sólo en el área de cocina.

Dichos trabajos serán ejecutados con la cooperación de los arrendatarios, quienes por sus propios medios han gestionado material. La alcaldía pondrá la mano de obra.

La inversión será de 4,000 dólares y tardarán tres meses para ejecutarlos.

Sobre la intervención del resto de la infraestructura, la alcaldía trabajo en la elaboración de las carpetas técnicas.