El Triduo Pascual son tres días santos en los que la iglesia conmemora el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Como cada año, cientos de iglesias católicas en la capital y en los diferentes departamentos del territorio nacional se han esmerado para hacer de esta celebración litúrgica algo especial.
Se trata de una programación que incluye misas solemnes y hasta la representación de diferentes pasajes bíblicos, como la oración de Jesús en el huerto, el lavatorio de los pies a los apóstoles, así como la representación en vivo de los vía crucis, acompañados de solemnes y multitudinarias procesiones, las cuales hacen más que mostrar el fervor de los católicos.
Iglesias como El Calvario en la capital aún conservan tradiciones como la de los penitentes, que van por la calle de la Amargura a pedir por sus pecados o simplemente a ofrecerle ese tiempo al Señor.
Otras parroquias de la capital, como San José de la Montaña, se han unido con otras vicarías para hacer de esta fiesta algo más solemne.
En el interior del país, Sonsonate es sin duda un territorio donde el fervor está presente. Las diferentes hermandades como la de Santo Entierro y la de Jesús Nazareno de los Vía Crucis, quienes vienen preparándose para la Semana Santa desde hace varios meses, hacen de esta fiesta litúrgica algo solemne.
Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, invitó a los salvadoreños durante su sermón del domingo anterior a vivir este tiempo santo en familia.
Según Escobar, la Semana Santa es un tiempo de conversión, de misericordia y de santificación para todos los católicos.
Añadió que se debe pedir por la paz de la nación.
Por su parte, monseñor Jesús Delgado, párroco de la iglesia San José de la Montaña y vicario de la diócesis de San Salvador, mencionó que este tiempo los católicos deben ocuparlo para “robustecer la fe hacia Cristo”.
Según Delgado, el católico sincero da su muestra clara de que pertenece a Cristo porque renueva las promesas del bautismo.
Aseguró que en todas las iglesias recomiendan durante la cuaresma tres prácticas que son el ayuno, la abstinencia y la limosna a los pobres.
De acuerdo con Delgado, el ayuno y la abstinencia tienen que ver con una acción de compartir con los demás lo que cada persona tiene para alimentarse en la fe.
“Es una práctica de pensar en el otro más necesitado. Esto es un acto muy bello por que normalmente somos egoístas, pero en este tiempo tenemos que pensar en los demás”, detalló el vicario de la Diócesis de San Salvador.
Aseguró que esta Semana Santa invita a todos los católicos a que participen en los ejercicios crismales.
Delgado hizo la invitación a la comunidad católica de todo el país a que se acerque a alguna iglesia para vivir la pasión y muerte de Jesucristo. “En el lugar donde estén, en la playa o en el campo, vivan la pasión de Cristo”, dijo el dirigente religioso.