MORAZÁN. Javier Guevara Rodríguez tiene 17 años, proviene de una familia de agricultores del municipio de San Carlos y admite que, sin la contribución que la Corporación del Reto del Milenio canaliza a través de la Fundación Gloria de Kriete, no podría seguir sus estudios de bachillerato.
Su hermano de 19 años terminó el bachillerato hace dos años, pero fue tanto el sacrificio que él prefirió buscar ayuda, con la esperanzan de terminar ese nivel de estudios y conseguir un empleo para ayudar a su hermano menor, ahora de 8 años, a terminar, aunque sea, la educación media.
Este chico es solo uno de los 157 adolescentes que ayer recibieron becas para concluir sus estudios en el instituto 14 de julio de 1875, situado en San Francisco Gotera.
Las becas son posibles porque en 2012 la Fundación Gloria de Kriete fue seleccionada por la Corporación del Reto del Milenio para administrar las becas de muchachos que ahora han iniciado el segundo año de bachillerato en dicho instituto.
Las becas consisten en un monto de 400 dólares anuales, que son para que los estudiantes puedan solventar los gastos alimenticios, útiles escolares, alimentación, desplazamiento, alojamiento y uniformes escolares.
Oportunidades
Lucrecia Palacios, directora del programa Oportunidades, de la fundación Gloria de Kriete, explica que tras la finaliza del primer compacto de Fomilenio, se buscó dar sostenibilidad a las iniciativas de educación.
Por eso trabajan en dos vías, la primera es la entrega de becas, que fue un proyecto emblema de Fomilenio y la segunda vía es el apoyo a la sostenibilidad de los bachilleratos técnicos articulados, que funcionan en La Palma, Aguilares, San Ignacio y Metapán.
La fundación Gloria de Kriete está becando a estudiantes de bachilleratos y los beneficiados también serían becados el próximo año, pero eso será sólo si cumplen los dos requisitos que les imponen: las buenas calificaciones y la asistencia a clases.
Pero no solo beneficiaron a estudiantes de bachillerato. 20 becas para estudios técnicos superiores también fueron entregadas ayer y los beneficiarios son estudiantes del Instituto Técnico de Chalatenango (Itcha).
Con este tipo de becas benefician a los cinco mejores promedios de los bachilleratos articulados, que fueron desarrollados por Fomilenio.
Lucía Márquez ayer estaba orgullosa de su hijo David, de 16 años, pero ella está segura “de que él se ha ganado esa beca poniéndole mucho esfuerzo y sacrificio a sus estudios, para sacar buenas notas”.
Márquez acepta que sin este tipo de esfuerzos, jóvenes pobres, como su hijo, tendrían un destino muy limitado, pero explica que “el estudio no solo les abre oportunidades a los cipotes, les abre la mente para pensar en cosas buenas”.
La mayoría de beneficiarios de las becas es pobre y con estas becas “se ha generado un gran impacto en la zona norte”, señaló Palacios.